Tarragona suspende en la recogida selectiva de residuos

ataluña roza el 45% de recogida selectiva en residuos urbanos, un 9% más respecto al año anterior. Este es el resumen global de la presentación que se ha realizado esta semana de los datos de la recogida selectiva de residuos municipales en Cataluña en el 2019 por parte del consejero de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat, Damià Calvet y el director de la Agencia de Residuos de Cataluña (ARC), Josep Maria Tost.

Un total de 4 millones de toneladas de basura distribuida entre los diferentes territorios catalanes de manera desigual dependiendo de la situación de cada municipio y su avance con este sistema. Si nos fijamos en la ciudad de Tarragona, el total de basura selectiva recogida en el 2019 es de 21.601,04 toneladas, lo que supone una media de 157,31 por habitante al año. Este resultado representa una disminución del 0,2% respecto al año 2018 en el que el total de basura selectiva recogida fue de 21.810,39 toneladas y de 164,86 por habitante.

Mucho que mejorar

Según los últimos datos de la Generalitat, de las 42 comarcas catalanas, 13 ya superan el 50% de recogida separada de residuos, y cuatro de ellas están por encima del 60%, cumpliendo los objetivos europeos. La comarca del Tarragonés, en cambio, sigue sin llegar al 50% con un 36,42%, una media muy por debajo del objetivo y que disminuye si nos centramos en la ciudad de Tarragona que presenta un 32,24% de media. 

Por demarcaciones, el Camp de Tarragona tampoco mejora estas estadística ya que se sitúa en la cola muy cerca de Barcelona con un 39,72%. Otro dato que cabe destacar y que marca una gran diferencia positiva entre el 2019 y el 2018 es que en este último año el resto de basura que se destinaba para tratamiento mecánico biológico fue nulo, mientras que en el 2019, alcanzó la cifra de 762,22 toneladas. 

Este tipo de tratamiento sirve para eliminar las contaminantes que afectan a la atmósfera y al subsuelo y tiene como objetivo obtener fracciones de residuos valorizables desde el punto de vista energético y de material. En términos de emergencia climática, la recogida selectiva evitó en 2019 en Cataluña la emisión de 564.000 toneladas de gases de efecto invernadero, equivalente al CO2 que producen 564.000 vehículos durante un año recorriendo una distancia de 10.000 kilómetros.

Pese a este avance hacía la sostenibilidad y el compromiso medioambiental de este servicio, en el día a día de la ciudadanía no existen cifras, ni estadísticas ni porcentajes. Se vive la realidad más directa dónde en varias zonas de la ciudad todo sigue igual o incluso peor. «Cada día es la misma historia. Ya son muchas las veces que me he tenido que volver a casa con la basura, especialmente con la bolsa de envases», declaraba Alberto, vecino de la calle Joan Miró, en la zona del Parc del Francolí. 

Otro barrio, misma situación

Un ejemplo que también se repite en otros sectores de la ciudad en los que hay un problema con la recogida y con la higiene de los contenedores. Lo que vive Alberto también lo hace Meritxell, una vecina de la calle General Contreras, al lado de la estación de tren de Tarragona. «Siempre quedan bolsas fuera y es una situación constante», expresaba Mertixell quién añadía: «Además, también nos encontramos cada día residuos de todo tipo en el contenedor de cartón. La gente opta por el incivismo al ver que está todo lleno».
Un incivismo que tiene consecuencia y es que está penado legalmente dejar la basura fuera del contenedor y las sanciones puedes llegar

hasta los 300 euros. Pero, ¿qué pasa cuando el contenedor está lleno? «Aquí pasan todos los días, el problema de esta zona y de muchos sitios es que la cantidad de contenedores que hay no absorbe toda la basura que generamos todos los bloques de pisos y esto pasa hace años y no ha cambiado nada. Los vecinos ya nos hemos quejado varias veces porque se debería revisar el sistema o incrementar el número de contenedores», expresaba Laura, vecina de Bonavista.

Des del Ayuntamiento siguen trabajando en potenciar la recogida de basura selectiva en la ciudad con campañas de sensibilización que tienen como objetivo aumentar el reciclaje actual para así poder ahorrarse aproximadamente un 20% de los 4,5 millones de euros que, por ejemplo, están presupuestados para este año en el contrato de incineración y valoración con la Mancomunidad de Incineración de Residuos Urbanos del Camp de Tarragona (Sirusa).   Respecto al servicio, hace unos meses, el concejal de Serveis Centrals del Ayuntamiento de Tarragona, Jordi Fortuny, anunció que reforzarían las inspecciones con nuevo personal. El objetivo del consistorio es lograr alcanzar el 50% de recogida selectiva , que además de mejorar los datos del territorio y aproximarse al objetivo europeo, supondría un ahorro a corto plazo de 250.000 euros. 

A la espera de un cambio

Mientras tanto, los vecinos y vecinas de algunas zonas de la ciudad seguirán viviendo la misma situación día tras día hasta que no se solucione un problema en el que influyen muchos factores como la falta de contenedores en algunas zonas, la irregular recogida de la basura y el incivismo por parte de la ciudadanía.