Tarragona tendrá 123 espacios fuera de los CAP para la vacunación de la gripe

Edu, un joven de Tarragona de 28 años de edad, nunca se había vacunado de la gripe. Este año hubiese hecho lo mismo si la pandemia de la Covid-19 no se hubiera instalado en nuestras vidas desde hace meses. Pero la situación llama a la prudencia y Edu, cuya madre trabaja en una residencia de personas discapacitadas físicas y psíquicas, prefiere vacunarse este año de la gripe «para no generar un posible foco de infección en casa. Mi madre trabaja con personas de riesgo y quiero ser prudente», comenta.

Él no estaría, a priori, entre el grupo de personas de riesgo que tienen que ser las primeras en vacunarse, pero «al explicarles mi situación no me pusieron ninguna pega para que me vacunase ya».

Edu es uno de los miles de ciudadanos de nuestra provincia que se pondrán la vacuna de la gripe en una campaña que empezó ayer en toda Catalunya. La principal novedad de este año es que el Departament de Salut habilitará 635 espacios fuera de los CAP para evitar su colapso y garantizar la máxima seguridad a los grupos que tendrán que vacunarse y que, precisamente, son de riesgo a la hora de contraer enfermedades como la Covid-19.

En el caso de la provincia de Tarragona, Salut contará con 123 espacios (98 en el área sanitaria del Camp de Tarragona y 25 en la de Terres de l’Ebre) anexos o cercanos a los centros de salud, como centros cívicos, bibliotecas, pabellones y otros equipamientos para los casos en los que los CAP no puedan habilitar un doble circuito.

Para vacunarse, los ciudadanos tienen que contactar con su centro de salud para pedir cita previa. Allí les darán día y hora y les informarán del lugar donde tienen que ir a ponerse la vacuna: al propio CAP o a uno de estos espacios anexos.

Uno de los grandes objetivos de la campaña de vacunación de la gripe de este año es ampliar la cobertura entre los grupos de riesgo, como son las personas mayores de 60 años, con factores de riesgo y embarazadas, entre otros, y por primera vez se incluyen los docentes. Salut remarca que este año la vacunación de la gripe es «más importante que nunca» para evitar coinfecciones con la Covid-19 entre los colectivos con más riesgo de complicaciones y para no sobrecargar el sistema sanitario catalán.

Para conseguir ampliar esta cobertura, el Departament de Salut ha comprado 1.145.000 dosis de la vacuna, 230.000 más que el año pasado, para toda Catalunya. En el caso de la provincia de Tarragona, la previsión es distribuir 150.950 dosis, lo que representaría algo más del 10% del total de Catalunya.

La consellera de Salut, Alba Vergés, destacó ayer que la vacuna contra la gripe es efectiva para evitar los casos graves y la mortalidad de esta enfermedad entre las personas con más riesgo de complicaciones. Son sobre todo personas mayores o con factores de riesgo preexistentes, unos colectivos que también pueden sufrir complicaciones de la Covid-19. Se calcula que el año pasado, con la vacunación, se evitaron un 37% de muertos, un 40% de ingresos en UCI y un 26% de hospitalizaciones atribuibles a la gripe en mayores de 64 años en toda España.

45 muertes en Catalunya

En Catalunya, el año pasado se confirmaron 530 casos graves y 45 defunciones con infección por el virus de la gripe, aunque no hay que olvidar que el final de la ola epidémica se solapó en el tiempo con el inicio de la pandemia del coronavirus. Este hecho pudo condicionar un registro inferior o una interferencia entre los dos virus. El 69% de los casos graves de la gripe presentaba algún factor de riesgo y un 70% de estos pacientes no se había vacunado.

En la situación actual de pandemia que estamos sufriendo es de vital importancia intentar rebajar la presión asistencial en nuestro sistema sanitario. En este sentido, la subdirectora del Servei Català de la Salut (CatSalut), Marta Chandre, aseguró ayer que «si mejoramos la cobertura de la gripe, reducimos la afluencia de personas a los centros de salud». Otro motivo de la importancia de vacunarse este año es poder facilitar el diagnóstico de la Covid-19, ya que algunos síntomas de esta enfermedad son muy similares a los de la gripe. Otro motivo de peso es evitar las coinfecciones de los dos virus. Existen algunas evidencias científicas que demostrarían que los dos virus compiten, pero en los casos en los que coinciden, la probabilidad de morir por la Covid-19 se dobla y es seis veces mayor que si no se tiene ninguno de los dos virus. «Sufrir la coinfección es mucho más grave que tener solamente una u otra enfermedad», advirtió ayer la subdirectora general de Promoció de Salut, la doctora Carmen Cabezas, refiriéndose a un estudio del Reino Unido (de Public Health England) que indica un porcentaje de coinfecciones bajo pero que, cuando se produce, la probabilidad de morir se dobla.

La consellera Vergés resaltó, además, que la evidencia científica muestra de forma «clara» que «no hay más riesgo de contagiarse de coronavirus o de sufrir una Covid-19 más grave por haberse vacunado de la gripe previamente». De hecho, diversos estudios apuntan que la vacunación contra la gripe podría asociarse a una menor gravedad y menor mortalidad por la Covid-19.

¿Cómo irán las vacunaciones?

Las personas que pertenezcan a los grupos de riesgo serán contactadas por su CAP para programar el día y hora de la vacunación. «No hay que preocuparse ni es necesario correr. Tenemos tiempo para poder vacunar de la gripe y los CAP tienen perfectamente identificadas a las personas candidatas a ser vacunadas», resaltó ayer Chandre. En paralelo, se desarrollarán otras vías para programar la vacunación y para que las personas de estos grupos lo puedan pedir de forma activa, a través de una web.

El período óptimo de vacunación es durante los próximos dos meses, unos 15 días antes que, según las previsiones, la gripe llegue al umbral epidémico, que este año se sitúa en los 95,96 casos por cada 100.000 habitantes.

La gripe es una enfermedad respiratoria vírica que se contagia fácilmente de una persona a otra. En Catalunya llega con el invierno, la mayoría de veces a partir de la segunda quincena de diciembre, y se incrementa durante las primeras semanas de enero. Produce fiebre elevada, tos, dolor de cabeza y malestar general. En la mayoría de casos, las personas se recuperan en una o dos semanas sin necesidad de recibir tratamiento con fármacos.