Tarragona tiene una capacidad hotelera que limita los grandes eventos

La esperada apertura del H10 Imperial Tarraco, con 139 nuevas habitaciones, se ha retrasado hasta marzo de 2020

04 mayo 2019 16:57 | Actualizado a 04 mayo 2019 17:07
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El año pasado, Tarragona registró un récord de pernoctaciones. Según el balance que daba a conocer el Patronat Municipal de Turisme, 1.428.481 personas pasaron noche en la ciudad, lo que representa un crecimiento del 1,3% respecto al año anterior.  

Analizando los datos al detalle, puede comprobarse como detrás de este incremento está el potencial del sector del camping. Y es que, mientras estos negocios aumentaron su actividad en un 2,7%, los hoteles experimentaron una caída en las mismas proporciones. 
La situación que se registró durante el año pasado fue singular.

Mientras las pernoctaciones en los hoteles bajaban, la ocupación de estos establecimientos subía tres puntos, hasta situarse en un 58,1%. Y esto se explica por la limitada capacidad hotelera de la ciudad. 2018 fue el primer año en el que el viejo hotel Imperial Tarraco permanecía cerrado los 365 días de año. Esto ha dejado un panorama con 24 establecimientos, que en total suman 1.080 habitaciones con potencial para hasta 2.222 camas.

Xavier Jornet, presidente de la Associació d’Hotels de Tarragona, defiende que «es necesario que el Imperial Tarraco reabra de nuevo. Estaba muy deteriorado y se está ejecutando una inversión muy importante. Y esto es muy bueno». Más allá de esta iniciativa, defiende que «el crecimiento debe producirse de forma natural».

Debe ser el propio mercado el que determine si deben llevarse a cabo nuevas iniciativas. «El problema es que durante el boom del ladrillo había constructores que no tenían ni idea de las necesidades del sector y se dedicaron a construir hoteles», argumenta. Es lo que pasó con el proyecto de Ca l’Ardiaca, una empresa constructora creyó en la posibilidad de rehabilitar el viejo palacete para construir el primer hotel de cinco estrellas de la ciudad. Se presentó un proyecto, pero la lenta tramitación administrativa acabó enterrando esta alternativa y ahora el inmueble está en un proceso de subasta pública.

Jornet considera que la estacionalidad del mercado turístico en Tarragona hace difícil un crecimiento del sector. «Más allá del verano, los inviernos tampoco son para tirar cohetes y los congresos sí, son importantes, pero de eventos de entre 300 y 1.000 tampoco hay tantos». Para ello, considera que ahora la prioridad debe ser que acaben las obras en el histórico edificio junto al Passeig de les Palmeras.

Construido en 1963, las obras en el nuevo H10 Imperial Tarraco está previsto que finalicen en mayo de 2020. Se está haciendo una intensa intervención en el interior de forma que las 139 habitaciones tendrán la categoría de cuatro estrellas superior. 

Inicialmente estaba previsto que este negocio reabriera a principios de este verano. Una fecha que se demoró después de que el inicio de los trabajos evidenció que el edificio requería de un refuerzo estructural, para ajustarse a la normativa de seguridad vigente.

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