Tarragona vive su primera noche con toque de queda

No se puede salir de casa de las 22 h hasta las 6.00 h en Catalunya, salvo casos justificados. Los Mossos desplegaron ayer un dispositivo nocturno, pero sin sanciones por ser el primer día

26 octubre 2020 06:20 | Actualizado a 26 octubre 2020 06:34
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Tarragona vivió ayer con normalidad la primera noche con toque de queda a raíz de la pandemia. Unos 1.000 Mossos se desplegaron en toda Catalunya, si bien, por ser la primera noche, realizaron una labor didáctica y pedagógica, sin sancionar. Pasadas las 22.00 horas, en Tarragona quedaban algunas personas rezagadas por las calles que, en algún caso, no conocían aún las medidas instauradas de forma exprés en medio de la emergencia sanitaria.

Repartidores de comida a domicilio que acababan el servicio, personas que paseaban al perro o que tiraban la basura más allá de las diez de la noche eran el contrapunto a la quietud generalizada en la que se sumió la ciudad, tráfico de vehículos incluido, por esta nueva medida que se adopta para intentar contener el avance de un coronavirus que está incrementando peligrosamente la presión asistencial en los hospitales.

Desde ayer, Catalunya, con la imperiosa necesidad de disminuir unos contagios que siguen desbocados, aplica un toque de queda obligatorio de las 22.00 horas hasta las 6.00, mientras que todos los establecimientos abiertos al público tendrán que cerrar a las 21.00 horas. El conseller de Interior, Miquel Sàmper, aseguró ayer en rueda de prensa, poco antes de que el toque de queda nocturno arrancara, que la medida es «indispensable» para hacer frente a una situación «muy crítica» y no tiene vocación coercitiva ni recaudatoria, y pidió a la ciudadanía que actúe con responsabilidad.

«El Govern de la Generalitat empatiza con todos los catalanes. Lo estamos pasando todos, lo están pasando ustedes, muy mal. La situación es crítica, y la vacuna no llega», dijo Sàmper. El conseller añadió que, ante esta segunda ola del SARS-CoV-2, el Govern se propone abordar la gestión de la pandemia de forma distinta, porque son «conocedores del desgaste psicológico que supuso para la ciudadanía la primera ola».

Documentación para acreditar

Las restricciones establecen algunas excepciones. Podrán desplazarse, pese al toque de queda, aquellas personas que lo hagan por una necesidad «urgente» e inaplazable, además de los ciudadanos que trabajen en servicios esenciales. Los trabajadores podrán realizar desplazamientos en el horario del toque de queda siempre que se acredite que no pueden hacer su trabajo a distancia; en tal caso, deberá optarse por el teletrabajo. Quienes vuelvan a casa después de un viaje también quedan exentos, si enseñan el billete, y también quienes se hayan desplazado para realizar una actuación judicial.

En los últimos días, empresas de Tarragona ya habían preparado acreditaciones y justificaciones diversas para suministrar a sus trabajadores y que puedan demostrar que se están desplazando por motivos laborales. En todo caso se deberá exhibir documentación que acredite que se está en el supuesto de la excepción, que los ciudadanos también deberán detallar en un certificado autorresponsable disponible en la página web de la Generalitat.

Los eventos culturales podrán terminar a las 22.00 pese al toque de queda –que empieza a esa hora– y los espectadores podrán desplazarse hasta su casa sin ser sancionados siempre que muestren una entrada. En cuanto a la práctica de deporte, el subdirector de Protección Civil, Sergio Delgado, explicó que se debatió en el Procicat y finalmente «se ha considerado que no había esta demanda de alargarlo hasta las 22 horas».

A raíz de la medida, no se prevén modificación de los horarios de transporte público, porque «es importante que se mantenga el servicio ordinario para atender a las personas que tiene la obligación o necesidad» de desplazarse, explicó Delgado.

En cuanto a las personas sin hogar, Delgado añadió que los servicios sociales están en marcha para protegerlas teniendo en cuenta su situación «desde una perspectiva social», y Sàmper agregó que esa es una preocupación que le han expresado los representantes del mundo local, con los que se coordinarán para atender a estas personas.

Además, ayer arrancó un dispositivo policial de los Mossos para informar a la ciudadanía sobre el toque de queda, de modo que si los agentes encontraban a personas en la calle les informarían de que debían estar en su casa, conforme a la nueva normativa. Sí se multaron durante la madrugada, en cambio, aquellas actividades que ya estaban prohibidas antes: reuniones de más de seis personas, botellones o establecimientos abiertos que se salten las restricciones. «Confiamos en la responsabilidad de la gente. Si la responsabilidad de la gente falla, actuaremos nosotros», dijo Eduard Sallent, el comisario jefe de Mossos, que añadió que controlarán los elementos que acrediten que el ciudadano vuelve de realizar una actividad permitida. Las multas oscilarán entre los 600 y los 3.000 euros.

Sobre si habrá cierres perimetrales en Catalunya, algo que también contempla el decreto de alarma aprobado ayer por el Gobierno español, el conseller Miquel Sàmper, dijo que, a partir del decreto sobre el estado de alarma, la Generalitat trabaja en nuevas medidas para evitar un confinamiento «invasivo» y que se irán evaluando. Las irán abordando y valorando según criterios técnicos y sanitarios en el marco del Procicat, y en colaboración con los agentes sociales y el mundo local.

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