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La compañía holandesa Ten Brinke, que sustituirá a IKEA como gestora del centro comercial del nuevo barrio que se construirá en el entorno de Ponent, destaca la negociación «cordial y colaborativa» que está llevando a cabo desde hace meses con el nuevo gobierno municipal, liderado por el alcalde Pau Ricomà (ERC).
Pese a que durante la pasada campaña electoral Esquerra Republicana había manifestado su voluntad por paralizar el plan parcial y evitar la llegada de la firma nórdica a la ciudad, lo cierto es que la empresa rompe ahora su silencio y remarca el trabajo conjunto que está realizando con el Consistorio desde el pasado mes de junio. «Ambas partes nos hemos implicado enormemente en la labor de estudiar alternativas y propuestas, con el fin de desarrollar un proyecto comercial que cumpla con las diferentes demandas que nos han comunicado tanto la ciudadanía como las instituciones, organizaciones empresariales y sociales del Camp de Tarragona», afirman las fuentes consultadas por este periódico.
Asimismo, desde la compañía que el pasado mes de febrero pagó 14 millones de euros a los propietarios de los terrenos –2,8 de los cuales fueron para las arcas municipales– se enfatiza que se está elaborando una apuesta «que respete los intereses del pequeño comerciante, que sea un referente en sostenibilidad y ahorro energético y que genere empleo de calidad para los tarraconenses». «Manifestamos nuestro enorme agradecimiento a toda la ciudadanía de Tarragona y a las diferentes instituciones y organismos oficiales que nos han mostrado su apoyo y que nos están ayudando a impulsar este ambicioso proyecto que, sin duda, se convertirá en un gran referente para Tarragona», se añade desde la empresa, que tiene un mail –tarragona@tenbrinke.com– para que los ciudadanos del entorno de Tarragona « nos sigan aportando sus ideas o sugerencias sobre el proyecto».
«Avanzará a nuestra manera»
El optimismo de Ten Brinke es compartido por el gobierno municipal, que el pasado martes votó a favor de la adjudicación de las obras de urbanización del sector por 13,8 millones. «No era nuestro plan, pero asumimos la herencia de lo que no nos gusta. Somos responsables y racionales», afirmó el portavoz municipal, Xavier Puig (ERC). El edil añadió que, entre los motivos que han llevado al ejecutivo a impulsar el plan, están las indemnizaciones «millonarias» que deberían pagarse a los propietarios de los terrenos, en caso de tirar hacia atrás el plan. «No puede salir más caro frenar un proyecto que impulsarlo. El plan tiene aspectos positivos. Lo tiraremos hacia adelante a nuestra manera», anunció el también coordinador del área de Territori.
