Tener tres especies de mascotas en casa la convierte en un zoológico

Poseer un mínimo de tres especies diferentes implica darse de alta como núcleo zoológico de colección privada

20 febrero 2018 08:40 | Actualizado a 20 febrero 2018 08:47
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El mundo de las mascotas ya no es lo que era y va mucho más allá de los tradicionales animales de compañía de toda la vida. Aves exóticas, serpientes, geckos, iguanas, arácnidos, lagartos, pequeños mamíferos y un largo etcétera se han popularizado y conviven en silencio en numerosas viviendas de la demarcación. 

Jaulas apropiadas, terrarios, temperatura, luz y ventilación son algunos de los aspectos que hay que tener en cuenta a la hora de elegir uno de estos animales, ya que tienen necesidades específicas. Por ello, uno de los objetivos de la administración es su cuidado óptimo, a la vez que evitar los abandonos indiscriminados. Eso y tenerlos controlados.

De esta manera, todos aquellos que posean un mínimo de tres especies diferentes están obligados a disponer de la licencia de núcleo zoológico, tal y como explica Agustín Pacheco, del establecimiento Tarraco Exotics de Tarragona (Av. Catalunya y en Facebook). Añade que «existen tres núcleos zoológicos diferentes, el de tienda, el de colección privada, que es el doméstico y el de criador».

Para iniciar el proceso hay que dirigirse a Medi Ambient, darse de alta y realizar el análisis profiláctico del veterinario, es decir, que «un profesional supervise en casa que las instalaciones sean correctas. Una vez hecho esto se le entrega al propietario un libro de registro con las entradas y salidas de los animales.

Además, debe tener un contrato con una funeraria que haga la retirada de las especies una vez muertas. No las puedes tirar al contenedor y no te puedes deshacer de ellas», asevera. Ya con todo en regla es el Seprona quien hace las inspecciones rutinarias.

La barrera del precio

Ni cocodrilos ni caimanes se pueden tener de mascotas en Catalunya ya que tal y como señala Agustín, «cada Comunidad Autónoma tiene su legislación, se pueden tener unos animales u otros y  si incumples la ley hay una sanción importante, la retirada del animal y posiblemente la retirada de todos los que tengas así como del núcleo zoológico. Pero como muchos animales no hacen ruido, no hay problema mientras no haya una denuncia de algún vecino». 

Los amantes de los reptiles lo saben bien ya que en ocasiones poseen de 20 a 30 parejas de geckos y serpientes debidamente ‘almacenados’ en los muebles rack típicos holandeses. «Están indicados para reptiles y aquí muchos se los fabrican ellos mismos», cuenta Agustín.

Sin embargo, además del desconocimiento, la barrera del precio es la que más frena a la hora de hacer el registro ya que «ronda los 400 euros», de los que el servicio del veterinario es lo más caro porque «se hace responsable de todo lo que pueda pasar y llega  a ascender a más de 300 euros. En sí la documentación no llega a 40 euros». 

Pero el núcleo zoológico no se limita solo a las especies exóticas. Agustín precisa que «los criadores de canarios y periquitos también tendrían que estar dados de alta». ¿Por qué? «Porque no tienen uno o dos. Crían canarios, crían periquitos y después de eso hay una venta, por lo que deben obtener el núcleo zoológico de criador». 

Sanciones

Desconocer la legislación no es excusa y además puede salir caro. De entrada hay que distinguir entre las especies en peligro de extinción, para las que existe una normativa, y las protegidas, que se deben entregar ya que tenerlas bajo el mismo techo es delito contra la fauna protegida y motivo de sanción. En Catalunya es el caso de la tortuga mediterránea (Testudo Hermanni).

Se trata de una tortuga altamente amenazada de extinción en el medio natural. Por esta razón, esta especie es objeto de varios programas de conservación en el territorio bajo la tutela del Departament de Territori i Sostenibilitat.

Por lo que respecta al contrato con la funeraria, en Riudoms se ubica la Última Llar. Su director técnico, Roman Casanovas, explica que «cuando un animal fallece es considerado un residuo y a los propietarios se les pide una documentación específica para poder gestionarlo como tal». Y para hacerlo bien -continúa- «nosotros hacemos la recogida in situ.

La ley dice que si lo quieres traer hasta aquí te tienes que autorizar como transportista de residuos, por lo que nosotros nos encargamos de ello», concluye.

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