Tensión hasta el final en la vuelta de los marchantes a Corsini

Los comerciantes se muestran preocupados por los problemas de movilidad que pueden generarse en el entorno del Mercat

23 julio 2018 19:22 | Actualizado a 23 julio 2018 19:27
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La vuelta de los marchantes a la Plaça Corsini ha estado envuelta por la falta de acuerdo hasta el último momento. De hecho, está previsto que mañana, como cada martes, los paradistas lleguen al centro de Tarragona para ocupar sus nuevos puestos y no se sabe si todos se dirigirán a la nueva superficie o habrá quien se oponga, como aseguraron algunos de los comerciantes hasta el jueves de la semana pasada.

Anteayer los vendedores no quisieron hacer declaraciones. Sí que habló la presidenta de la Empresa Municipal de Mercats (Espimsa), Elvira Ferrando, quien afirmaba que «los marchantes son un colectivo serio y, por tanto, espero que se cumplirá lo que habíamos acordado, que es que el retorno se haría tan pronto como acabasen las obras de Corsini». 

La edil encargada del Àrea de Comerç del Ayuntamiento de Tarragona asegura que éste es un compromiso del que se habló por primera vez en noviembre de 2016 y que, a partir de este momento, se han ido abriendo debates relacionados. Es el caso de los horarios o la posibilidad de unificar las paradas que, según la concejal, «son temas en los que hemos ido avanzando, siempre consensuados desde la Taula de Marxants, en la que están los representantes de las cuatro asociaciones».

El consejo de Espimsa fue el que aprobó esta fecha del día 24 para el primer día de nuevo mercadillo en Corsini. El sábado empezó a marcarse el suelo con la disposición de las paradas. Unos trabajos que se acabaron a lo largo del día de ayer.

Los marchantes aseguran que el traslado se produce cuando no han acabado de resolverse algunas cuestiones que están en el aire, como es el caso del acceso a la plaza con los camiones y qué deben hacer con estos durante la mañana. Todos estos aspectos se pondrán a prueba mañana, cuando finalmente podrá verse si las paradas caben en la superficie de la plaza o no.

Ferrando afirmaba que, después de once años, «volver a Corsini significa recuperar la normalidad, que es lo que nos está solicitando el comercio de la ciudad y muchos ciudadanos». En este sentido se pronunció a finales de la semana pasada la Via T de Tarragona, que pedía que se respetase el acuerdo mantenido con el Ayuntamiento.

La vuelta a Corsini va a producirse sin la homogeneización de los toldos, según estaba previsto. La propuesta del Ayuntamiento era de que fueran de un color marrón y, finalmente, los marchantes se pronunciaron a favor de que sean de color blanco o negro. Ahora se está mirando si, mediante la nueva convocatoria de ayudas de Comerç de la Generalitat, pueden conseguirse una parte de los recursos. De forma que el cambio estético del mercadillo vendrá más adelante.

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