Terrazas y pelotas, amenazas para el patrimonio de la Plaça del Fòrum

La imagen de niños escalando las ruinas o utilizándolas como portería es habitual en verano, lo que despierta las críticas tanto de los vecinos como de la Reial Societat Arqueològica

08 junio 2017 18:00 | Actualizado a 11 junio 2017 14:11
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La Plaça del Fòrum se ha convertido en uno de los espacios más emblemáticos del centro histórico, lo que se ha traducido en una proliferación de terrazas durante los meses más cálidos, difícilmente equiparable a cualquier otra parte del resto del barrio. La plaza está tan llena de bares que tan solo una cansaladería se mantiene como el único establecimiento comercial que queda entre un tumulto de sillas y mesas que hace que durante los fines de semana puedan contarse hasta veinte terrazas en este reducido espacio.

La cifra se mantiene estable desde que el Ayuntamiento prohibió la concesión de nuevas licencias en la Part Alta, en diciembre. Una moratoria en la que ahora se escuda la administración local ante las voces críticas que piden una regulación más estricta de este espacio. Éstas proceden tanto de algunos vecinos como de la Reial Societat Arqueològica Tarraconense. Su presidenta, Pilar Alió, asegura que han denunciado la amenaza sobre los restos arqueológicos «por activa y por pasiva». «Los niños se enfilan a los muros y no tienen en cuenta nada», lamenta. 

La responsable de esta institución argumenta «que es un problema de educación, aunque seguramente que hubiera más vigilancia en la Part Alta también ayudaría». Pese a ello, Alió pide «paciencia», ya que «hasta el momento el Ayuntamiento no le había dado ninguna importancia y ahora parece que sí». 

El problema está en que además de trepar por los vestigios arqueológicos que hay en el centro de la plaza y de pasar indiscriminadamente por encima de éstos, es habitual que los críos jueguen a pelota y que incluso utilicen las piedras como portería. Por lo que el presidente de la Associació de Veïns de la Part Alta, Manel Rovira, es tajante: «Hay que prohibir jugar a la pelota, porque cada verano estamos con lo mismo, acaban el cole y desde las 9 de la mañana a las 12 de la noche están allí jugando, sin que sus padres les llamen la atención». Asegura que «no he visto en ninguna otra parte que en un sitio con tantas terrazas estén todo el día dale que te pego».

El muro de la discordia
Aunque los críos no son el único objeto de polémica. El ojo está puesto también sobre la utilización que algunos negocios hacen del muro que queda en la parte derecha de la plaza, junto al cual ponen las mesas algunos de los bares, de forma que sirve para que se sienten sus clientes. Sobre todo tiene lugar durante los fines de semana, cuando prácticamente no queda ni un hueco para las personas que quieren sentarse, sin la intención de consumir. «Es indignante, porque la plaza es de todos, ¿no?», asegura Maite Roig. Apunta que no es una de las habituales de la Plaça del Fòrum. «Cuando podría ir, que es en fin de semana, tan solo hay  espacio para las terrazas. La gente ya no puede disfrutar de la plaza, por lo que vengo los sábados por la mañana, cojo la verdura y si los niños quieren salir a jugar vamos a otro sitio».

No puede ser que haya negocios que pagan para tener una terraza de tres o cuatro mesas y ponen veinte

Manel Rovira también lamenta la utilización que se hace de este muro. Esto es fruto del cambio en la distribución de las terrazas que se hizo hace unos años. Antiguamente las mesas estaban al otro lado, lo que pasaba es que cuando había mercado o cuando los clientes juntaban varias mesas, era habitual que algunas sillas reposaran encima de los restos romanos. Finalmente decidió reordenarse el espacio, lo que ha llevado a esta nueva problemática. 

El presidente de esta asociación de vecinos asegura que «esto no puede ser, como tampoco puede ser que haya negocios que pagan para tener una terraza de tres o cuatro mesas y ponen una veintena. El Ayuntamiento debería decir que hasta aquí hemos llegado».

La respuesta del Ayuntamiento es que «la distribución de las terrazas en la Plaça del Fòrum y el resto de espacios de la Part Alta está en estos momentos en fase de evaluación, en el marco del proceso de estudio de los usos del barrio que se está llevando a cabo y de la moratoria». Por lo que la administración local no va a interceder. En todo caso deberá ser la Guàrdia Urbana la que controle si los propietarios de los locales cumplen con lo establecido, pero el Ayuntamiento no ha querido dar a conocer si se ha producido alguna denuncia por infracción.

La concejalía de Patrimoni alega que esto es responsabilidad de Via Pública, mientras que los Serveis Territorials del Departament de Cultura aseguran que no tienen ningún requerimiento de actuación en lo que se refiere a posibles amenazas sobre la preservación del patrimonio. Su director general, Jordi Agràs, asegura que «la regulación sobre la convivencia de los elementos patrimoniales en el espacio público es competencia municipal».

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