Todo lo que nos contó el artista que vino a clase

¿Y si una mañana se cambia la escuela por la playa para que los alumnos se conviertan en ‘plastic hunters’(cazadores de plásticos)? Fue justamente lo que le propuso el artista Jordi Llort a los alumnos de tercero y cuarto de la Escola El Miracle. A partir de allí surgieron todo tipo de reflexiones: ¿de qué material está hecha aquella pajita que encontraron?, ¿cómo llegó hasta la playa?, ¿qué podemos hacer para evitarlo?...

Con lo recolectado, los alumnos se ocuparon de hacer su propia isla de plásticos de la cual puede verse un fragmento en la pequeña exposición que se encuentra actualmente en el Institut Municipal d’Educació de Tarragona, IMET.

Esta es una de las experiencias que dejó el curso pasado el proyecto ‘L’Artista va a l’escola’, organizado por la asociación cultural del mismo nombre e impulsado y asesorado por el IMET. Detrás se encuentran tres profesoras de instituto convencidas de que el placer de crear tiene que entrar en las aulas mucho más allá de las tradicionales clases de plástica: Eloïsa Valero, Thaïs Salvat y más recientemente Laura Rodríguez. Desde 2015 se encargan de llevar a artistas de diferentes ámbitos del territorio a compartir su experiencia y a crear juntos.

Con la naturaleza en mente

Además de los cazadores de plásticos, el año pasado los alumnos de la escola Pax crearon ‘constelaciones’ con elementos recolectados en la naturaleza de la mano del artista Sergi Quiñonero, mientras que en la Escola Cèsar August hicieron un taller de máscaras, también con materiales naturales, a cargo de Jordi González.

En la Escola Pràctiques los alumnos exploraron la creatividad de sus propios cuerpos junto con Ana Corredor, y los del Centre d’Educació Especial Estela hicieron juegos de clown con NunyG.

En el curso actual los alumnos del Institut Martí i Franquès han trabajado en su identidad digital junto con la fotógrafa Sílvia Iturria, y los del Institut Fontanelles de Les Borges del Camp han entrado en el mundo del diseño con Rogelio Portal.

El plato fuerte para lo que queda de curso es una experiencia de educación artística comunitaria junto con los artistas muralistas Berta Artigal y Mëgan (Justo Heras), en Sant Pere i Sant Pau y Sant Salvador, donde harán obras que quedarán para el barrio.