Ningún vacunado con dos dosis ingresa en la UCI en Tarragona

Las vacunas no evitan el contagio pero sí al 100% padecer la enfermedad grave. Todos los hospitalizados estaban sin inocular o no tenían la pauta completa del antídoto

12 julio 2021 11:20 | Actualizado a 12 julio 2021 12:17
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Manolo Cuétara, todo un récord de permanencia en intensivos, se infectó en la cresta de la segunda ola, cuando aún no había vacunas disponibles. Hoy los antídotos contra la Covid-19 han permitido evitar numerosos ingresos en la UCI y, en último término, fallecimientos. Desde hace meses, todos los pacientes que han requerido ingreso en intensivos estaban sin vacunar o, al menos, no tenían la cobertura total de dos dosis. «Las vacunas funcionan. Hay casos de gente con la pauta completa de vacunación y que también se infectan pero no llegan a requerir una situación de UCI», admite Xavier Oliach, director del Hospital Santa Tecla. «Hemos visto entrar en intensivos a gente más joven, pero todos son de franjas que no se habían vacunado», incide Joan Inglés, responsable de la Unitat de Salut Laboral del Hospital Sant Joan de Reus.

Si bien puede haber hospitalizaciones por coronavirus de pacientes totalmente inmunizados en planta, no ha habido derivación a UCI, lo que quiere decir que no ha existido un agravamiento. «Todos los enfermos que han ingresado en UCI eran casos de no vacunados», asume Òscar Ros, vocal de relaciones institucionales del Col·legi Oficial de Metges de Tarragona (COMT). Ros añade: «Las vacunas no son infalibles al 100%, porque las nuevas variantes pueden añadir incertidumbre y siempre habrá un porcentaje de gente vacunada que no responderá a las dosis, lo que sí hemos visto, incluso a nivel de mutaciones, es que la vacuna protege al 100% de los cuadros graves. Es decir, hay una protección total de la enfermedad grave».

800 muertes menos

De ahí que en los últimos meses, todas las personas en estado grave por Covid-19 o bien pertenecían a franjas sin vacunar –y eran, por tanto, más jóvenes– o bien habían declinado pincharse cuando les tocaba, quedando más expuestas a los eventuales estragos del SARS-CoV-2.

En ese sentido, es elocuente un estudio reciente del Grupo de Biología Computacional y Sistemas Complejos de la Universitat Politècnica de Catalunya, el BIOCOM, que estimaba que entre el mes de enero y mayo las vacunas habían evitado 800 muertes. Además, en comparación con un escenario en el que no hubiese inmunógenos a disposición, se han ahorrado solo en Catalunya 38.000 días de hospitalización en planta y más de 7.000 jornadas en UCI. Asimismo, sin las inyecciones se habrían producido cerca de 9.000 contagios más.

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