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Pepita Ferrer Lucas y Pilar Pradells Sabaté. Estos son los dos nombres que los vecinos de Torreforta proponen para poner a la nueva biblioteca de Torreforta y a la plaza situada delante del centro cívico que, hasta el momento, no tiene nombre. Pepita Ferrer y Pilar Pradells eran dos mujeres de Torreforta, «que es necesario que reciban un reconocimiento, ya que, cada una en su ámbito, fueron unas luchadoras», explica Modesto Pallejà, presidente de la Associació de Veïns de la Plaça 1 de Maig, una de las entidades que trabaja con esta idea.
Es por eso que esta pasada semana, una representación de los impulsores de la iniciativa presentó casi 650 firmas al concejal de Cultura del Ayuntamiento de Tarragona, Josep Maria Prats, para que estudiara la posibilidad de poner estos nombres a dos de los emplazamientos más importantes del barrio de Ponent. Además, también presentaron dos dossiers donde explicaban la vida, biografía y méritos de las dos mujeres. «Al Ayuntamiento le corresponde tomar la decisión final y, aunque el concejal nos aconsejó registrar toda la documentación y material por la Oficina Municipal d’Atenció Ciutadana –OMAC–, tenemos la sensación de que le gustó la idea y que no pondrá pegas», asegura Modesto Pallejà, quien añade que «Prats nos dijo que, en el próximo plenario –que tendrá lugar en septiembre–, la idea será expuesta».
‘Queremos reivindicar que también hay mujeres con una gran trayectoria’Los vecinos quieren que la nueva biblioteca –prevista para el año 2018 y que se construirá en el interior del mercado de Torreforta–, reciba el nombre de Pepita Ferrer, pionera en el mundo del ajedrez, convirtiéndose en maestra profesional y primera campeona internacional de ajedrez. Por otro lado, proponen a Pilar Pradrells para dar nombre a la plaza ubicada delante del centro cívico del barrio. Pradells luchó incansablemente por los derechos humanos, era comunista y fue una de las heroínas que pasaba información durante la Transición entre los exiliados en Francia y sus familiares españoles. «Una y otra merecen ser reconocidas por el barrio y por la ciudad. Aunque no nacieron aquí, vivieron en Torreforta y tomaron parte activa de la actividad asociativa».
La iniciativa de poner nombres de mujeres luchadoras a algunas localizaciones del barrio surgió hace aproximadamente un año, cuando un grupo de entidades del barrio decidieron hacer un homenaje a estas dos personalidades y empezaron a recoger firmas por todos los barrios de la ciudad.
