Tras los Juegos, Tarragona busca proyecto de ciudad

Priorizar las actuaciones que afectan al día a día de los tarraconenses, recuperar el centro y solucionar el tema ferroviario son algunos de los objetivos de cara a esta nueva etapa

08 julio 2018 14:57 | Actualizado a 24 julio 2018 12:00
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Tras los Juegos Mediterráneos se cierra una etapa. Tarragona ha estado sumergida en los últimos diez años en un proyecto del que empezó a hablarse hace dos décadas y que ahora deja a la ciudad huérfana de objetivos a medio y a largo plazo. En las próximas semanas e incluso meses seguro que aún se hablará mucho del impacto y de los efectos que ha tenido la celebración de este evento internacional. Sin embargo, el hecho de que todos los esfuerzos se hayan dedicado durante tanto tiempo a un único tema apremian a la necesidad de abordar otras cuestiones que han quedado aparcadas. Y cuando falta menos de un año para las elecciones municipales de bien seguro que el debate de ciudad no tardará en ponerse de nuevo encima de la mesa.

¿Qué modelo de ciudad quiere ser Tarragona? ¿Qué retos hay que abordar en adelante? Son algunas de las cuestiones que algunos tarraconenses ya pensaban el pasado domingo, tras la ceremonia de clausura de los Juegos. 

El director de la Federació d’Empreses d’Auto Transport de Tarragona (FEAT), Josep Lluís Aymat, es claro en sus opiniones: «Pero de qué modelo de ciudad estamos hablando si no tenemos. Aquí se han hecho planes estratégicos para todo y cuando están redactados y presentados, se han guardado en un cajón y se ha improvisado». Considera que la culpa es de que «no hay una visión de ciudad». «El tercer carril, que es la obra más importante que se hará en los próximos meses, ¿en qué instrumento de planificación se encuentra?», añade.

La cuestión ferroviaria es un tema que preocupa y ocupa a la ciudadanía. En los próximos meses se perderán los servicios de media y larga distancia desde la estación de Tarragona. Mientras tanto, avanzan las obras del tercer carril, que permitirán la salida con ancho internacional para las mercancías, pero la mejora del servicio y el incremento de frecuencias que podría suponer para los pasajeros no está recogida en ningún proyecto del Gobierno. «¿Hacía donde quiere avanzar Tarragona si tenemos unas mercancías que pasarán por la fachada marítima mientras estamos expulsando a los viajeros?», se pregunta Aymat.

Anticipándose a este debate, esta semana las cámaras de comercio de Tarragona y Reus presentaban una propuesta en materia ferroviaria bajo el título Horitzó 2021. Se trata de un documento con las principales reivindicaciones que va más allá del marco de la ciudad y centra su foco en el ámbito central del Camp de Tarragona. 

Para la presidenta de la Cambra de Comerç de Tarragona, Laura Roigé, «es un posicionamiento muy claro con las cuestiones prioritarias para no perder competitividad como territorio y para que nuestro puerto y nuestro aeropuerto puedan seguir creciendo».

Ciudad Mediterránea

La cuestión ferroviaria es clave para mirar hacia el mar y para que definitivamente los tarraconenses se reconcilien con su litoral. El concepto de ciudad Mediterránea ha estado muy poco explotado y esta es una de las reivindicaciones que hace el sector turístico. «Debe integrarse el turismo familiar de calidad dentro de la estrategia y ello supone considerar el litoral y sus playas como uno de sus principales activos, cuidarlos y posibilitar que se desarrollen actividades económicas que generen riqueza y que a la vez sean respetuosas con el medio ambiente», argumenta el presidente de l’Associació Càmpings de Tarragona, Agustí Peyra.

Eliminar el tráfico de las mercancías por la fachada marítima también permitiría eliminar algunas de las vías que hay frente a la estación de trenes, que actualmente tan solo se utilizan para dicha finalidad. Esto faciliaría la esperada renovación de la Part Baixa. Es una de las cuestiones que establece como prioritarias Ángel Miguel Rodríguez, director del Institut Pere Martell, según el cual hay que «dignificar» esta zona. Una opinión en la que coincide con el presidente del Col·legi d’Arquitectes de Catalunya en Tarragona, Joan Tous, que apunta la necesidad de «promover un proceso de renovación urbana integral y ambicioso en determinadas zonas de la ciudad, como puede ser la Part Baixa». Según Tous, «no se trata de hacer actuaciones cosméticas, es necesario pensar en transformaciones del entorno urbano como mecanismos de transformación económica y social».

El río, eje vertebrador

En materia urbanística son muchas las cuestiones que salen a relucir. Tous aboga por «plantear el papel del río Francolí como eje vertebrador». Para ello, considera que es clave revisar e impulsar el PP46 (Horta Gran). Un aspecto sobre el que también incide Jordi Collado, de Coop Combinats. «Debería ser la fórmula para religar Tarragona», insiste.

Recuperar el centro, impulsar mecanismos para relanzar el comercio de proximidad y avanzar en proyectos como la Illa Corsini son otras de las demandas que salen a relucir. Sobre este último punto insiste Collado. «Debemos avanzar y ser ambiciosos en el sentido de sacar los coches del centro y dejar más espacios para las personas», afirma. Y es que, según este tarraconense, «es hora de que empiece a hablarse de la ciudad de las personas». Para ello cree que ha llegado el momento de afrontar cuestiones como el parque de vivienda social o la creación de espacios culturales efímeros.

La lista de edificios singulares que necesitan recuperarse es larga. Banc d’Espanya, Tabacalera, Savinosa, Ciutat Residencial y un largo etcétera. Sobre el último habló recientemente el alcalde, Josep Fèlix Ballesteros, recientemente y afirmó que «una vez terminados los Juegos, recuperar la Ciutat Residencial será mi objetivo como alcalde». Este es uno de los proyectos que la presidenta de la Federació d’Associacions de Veïns de Llevant, Gemma Fusté, señala como ejemplo del «estado de abandono generalizado en el que vivimos». 

Fusté cree que, pasados estos años en los que la prioridad ha sido la construcción de nuevos equipamientos, ahora hay que pensar en «el día a día» de los tarraconenses. «Hay que volver sobre todos aquellos aspectos que han quedado olvidados porque parece que los únicos proyectos que han avanzado son los que hacen referencia a la destrucción de las zonas naturales», argumenta.

La movilidad debe ser otro elemento esencial. Ángel Miguel Rodríguez cree que es vital avanzar «hacia mecanismos que favorezcan una sostenibilidad y que permitan la conexión de los complejos educativos y universitarios con los principales nudos de comunicación de transporte público».

Equidad social

Ainhoa Carbonell forma parte de la Associació de Joves Gitanos de Tarragona y pone es relieve la necesidad de «implementar medidas de equidad social y de actuaciones que demuestren y pongan en valor la multiculturalidad, que es un hecho».

En este redefinición de los objetivos de ciudad, una profesional del Sindicat de Metges habla de que ha llegado el momento «de tomarnos en serio qué modelo sanitario queremos». «Es un tema del que todo el mundo pasa de puntillas de lo complejo que es, pero el Joan XXIII está dejado de la mano de Dios, siendo uno de los más abandonados de Catalunya. Si esto no lo abordamos, y los vecinos no se involucran, nos tocará hacer kilómetros para recibir asistencia en otros centros».

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