Ultimátum a los bancos para rehabilitar el Rancho Grande del Serrallo

La comunidad de propietarios cuenta con un plazo de dos meses para solucionar los problemas estructurales del bloque 2 de la calle Sant Andreu, casi todo ocupado ilegalmente

09 enero 2020 21:10 | Actualizado a 09 enero 2020 21:18
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El Ayuntamiento de Tarragona ordena a la comunidad de propietarios del edificio número 2-4 de la calle Sant Andreu de El Serrallo –más conocido como el Rancho Grande– que rehabilite la totalidad de la estructura del bloque. El consistorio le da un plazo de dos meses para llevar a cabo las medidas requeridas. Mientras tanto, el callejón peatonal que separa la vía del tren con el edificio en cuestión estará cerrado. Ya hace semanas que está vallado y acordonado por la Guàrdia Urbana, lo que demuestra el riesgo existente de desprendimiento.

Se da el caso de que más de la mitad de los pisos de dicho edificio son propiedad de entidades bancarias. Catorce de los 32 inmuebles están ocupados de manera ilegal por personas que, mayoritariamente, protagonizan problemas de convivencia en el barrio.

Los vecinos llevan años pidiendo una solución al problema. El bloque se ha convertido en uno de los focos más conflictivos de El Serrallo. Las peleas son constantes en el lugar, y la Guàrdia Urbana reconoce que se trata de un punto de venta y consumo de droga importante de la ciudad.

Hace años que desde la Associació de Veïns del Serrallo se trabaja conjuntamente con el Ayuntamiento para acabar con esta situación. La de ahora no es la primera medida que se lleva a cabo. Sin ir más lejos, en marzo de 2019, operarios de Endesa cortaban la luz a algunos de los pisos ocupados. El motivo era que la instalación eléctrica estaba en mal estado.

Se trata de un bloque antiguo, construido hace más de 40 años. Con el paso del tiempo, la estructura se ha visto dañada y la falta de mantenimiento por parte de los propietarios ha empeorado la situación. Actualmente, de los 34 pisos que hay, unos quince son de particulares. El resto, de entidades bancarias que se han despreocupado de su cuidado y mantenimiento. La mayoría de ellos están ocupados de manera ilegal.

El edificio no se encuentra en estado ruinoso, pero sí que cuenta con algunas importantes carencias estructurales. El riesgo de desprendimiento de algunos de los balcones que dan al callejón es casi inminente. Es por esto que la Guàrdia Urbana ha optado por impedir el paso de los peatones hasta que la comunidad de propietarios no ejecute las medidas requeridas por los servicios técnicos de urbanismo del Ayuntamiento.

En este sentido, el concejal de Territori del consistorio, Xavi Puig, asegura que «el estado en el que se encuentra el edificio en cuestión dificulta la calidad de vida de los vecinos de la comunidad y afecta a la convivencia del barrio», y emplaza a las entidades bancarias a actuar «con responsabilidad». Puig añade que «les pedimos que sean activas con sus obligaciones de rehabilitación y proactivas a la hora de combatir la ocupación». El Ayuntamiento se muestra a disposición para ayudar, pero pide que los bancos «no miren hacía otro lado».

De las palabras de Puig se puede adivinar que esta operación responde a una estrategia para presionar a los bancos, con el fin de regularizar la situación de estos pisos.

El callejón de la basura

La falta de civismo de algunos vecinos del bloque llamado Rancho Grande llega a los extremos de tirar por el balcón las bolsas de basura. El resultado es que el callejón está en condiciones de insalubridad, lleno de suciedad. Los vecinos piden que, aunque los peatones no puedan pasar por esa vía, los servicios de limpieza hagan su trabajo igualmente. «Es que es lo primero que se ve al entrar al Serrallo y, sinceramente, da vergüenza», asegura una vecina.

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