Un Concurs de Castells sin castellers ni público

Habrá Concurs de Castells. La vigésimo octava edición del certamen estará marcada por la realidad actual, con las medidas sanitarias que obliga a mantener la pandemia, y con las colles que no han podido ensayar ni vestirse la camisa durante toda la temporada. No obstante, Tarragona no rechaza al hecho de convertirse en el epicentro de la actividad castellera y lo hará a partir de una jornada «simbólica», que podrá seguirse a través de TAC 12 y de la Xarxa de Comunicació Local.

Ayer se daban a conocer algunas pinceladas de una jornada que tendrá lugar el día 4 de octubre, en la Tarraco Arena Plaça (TAP), a partir de las 10 horas de la mañana. Sin embargo, la organización se concedía la licencia de la sorpresa, y mantenía en secreto algunos de los detalles sobre cómo va a desarrollarse.

«No habrá gente en las gradas ni castellers en la arena, todo lo demás será como siempre», decía el director de TAC 12, Xavier Abelló. Contará con la participación de diez colles. Son las entidades que en las últimas tres ediciones se habían clasificado para la jornada del domingo y que en esta ocasión se debatirán en un formato insólito. Se trata de: Capgrossos de Mataró, Castellers de Barcelona, Castellers de Sabadell, Castellers de Sants, Castellers de la Vila de Gràcia, Castellers de Vilafranca, Colla Joves Xiquets de Valls, Colla Jove Xiquets de Tarragona, Colla Vella dels Xiquets de Valls y Xiquets de Tarragona.

Los caps de colla de la edición de 2018 son los que representarán a sus entidades y escogerán los castells con los que van a competir. «Este año había muchas estrenas entre los capataces, que no se han podido debutar. Para ello hemos decidido que sea el último que estuvo en la TAP el que esté aquí», afirmaba Xavier Abelló.

Cada uno de estos será el que seleccionará las tres construcciones que cada agrupación llevará a plaza y, a partir de las cuales, obtendrán una puntuación. También está previsto que haya un jurado, aunque su rol «no será tan estandarizado como en una situación normalizada».

El alcalde de Tarragona, Pau Ricomà, destacó que el nuevo formato «parte del hilo conductos de las tres diades». Durante su presentación en la Tarraco Arena, el máximo responsable municipal ponía en valor que «estamos siendo muy cuidadosos con la aplicación de las medidas de la Covid-19, pero a la vez entendemos que la oferta cultural, con todas las medidas necesarias, no puede detenerse». Y, en este sentido, los técnicos municipales han estado trabajando intensamente para que Tarragona sea reconocida de nuevo por un certamen de carácter internacional. «Hay una gran necesidad de las colles de verse y de encontrarse, tal y como pudimos ver el sábado en El Catllar», decía Ricomà.

Por su parte, la directora castellera del Concurs de Castells, Ester Roca, aseguró que «está claro que a todos nos gustaría estar en las plazas, pero no puede ser». Pese a ello, Roca afirmó que «teníamos la responsabilidad de hacer alguna cosa para mantener viva la llama. Tarragona tenía esta responsabilidad y no podíamos quedarnos sin hacer nada».

Las diez colles participantes conocen el nuevo formato y se aseguró que desde el primer momento tuvo una «muy buena acogida». Así es que desde la organización se está trabajando para que el primer domingo de octubre, la TAP consiga hacer vibrar de nuevo al món casteller. Y, aunque la pandemia impide que físicamente pueda desarrollarse el certamen en las mismas condiciones, al menos que los aficionados puedan sentir desde sus casas un poco los nervios y la emoción de la última edición, en la que la Colla Vella Xiquets de Valls salió como flamante ganadora.