Un adolescente de TGN, ingresado en la UCI por covid

En la provincia hay tres hospitalizados de la franja de 10 a 19 años, uno en intensivos. Àlex Arenas: «Hay que controlar la ventilación y el aforo en el transporte para surfear la sexta ola»

27 agosto 2021 06:00 | Actualizado a 27 agosto 2021 10:41
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La quinta ola de coronavirus se repliega lenta pero decididamente, aunque aún deja señales de su serio impacto. Ayer Salut notificó el ingreso en la UCI de un joven tarraconense de la franja de 10 a 19 años, uno de los pocos adolescentes que han necesitado hospitalización en intensivos. Hay ocho personas de menos de 40 años en estas unidades en Tarragona. Dos de ellas son veinteañeras y cinco pertenecen a la horquilla de entre 30 y 39. Nunca como en esta oleada estas franjas, de entrada mucho menos vulnerables al virus pero con mucha menos protección de la vacuna, se habían visto tan afectadas por la Covid-19.

Eso sí, el factor siempre determinante de la edad avanzada se ha acabado imponiendo: el 66% de ingresados en UCI en Tarragona tienen más de 50 años. La franja con más pacientes es la de 50 a 59, lo que quiere decir, a su vez, que el retrato tipo del enfermo grave se ha ido rejuveneciendo. Hay que pensar que a mediados de agosto, el 73% de los hospitalizados tenían menos de 50.

Mejora general en hospitales

Los hospitales se van desalojando progresivamente de pacientes con Covid-19, ahondando en una tendencia que desde hace unas semanas es positiva. Tarragona ha podido bajar del umbral de los 100 ingresados. Actualmente hay 91 personas, aproximadamente la mitad del techo de 185 que se alcanzó en la cresta de esta ola que ha vuelto a poner contra las cuerdas al personal sanitario, además, en un momento en el que estaba mermado por las vacaciones.

Según datos de Salut, hay tres personas de la franja de 10 a 19 años ingresadas en la provincia, nueve del segmento posterior, de 20 a 29, y cinco de 30 a 39. En total, son 17 jóvenes de menos de 40 que han resultado contagiados hasta el punto de necesitar atención hospitalaria. A pesar de eso, la cohorte de 60 a 80 es la que aglutina la mayor parte de perfiles ingresados. En edades tan bajas, como las de la propia adolescencia, el paso por el hospital se suele quedar en un susto, porque la evolución, en líneas generales, suele ser positiva y la recuperación más rápida. Eso no quita que se hayan producido, aunque de forma puntual, algunas defunciones. Esta quinta ola ha provocado, desde finales de junio, tres fallecimientos de menores de 50 años. Dos de ellos estaban en la franja de 30 a 39. En el global, este nuevo envite del virus se ha cobrado ya la vida de 69 personas en Tarragona, el triple que durante el año pasado en el mismo intervalo. Salut notificó ayer mismo un nuevo fallecimiento en el Camp.

Por lo demás, más allá de lo estrictamente sanitario, la situación epidemiológica sigue con su mejoría. El riesgo de rebrote, la velocidad de propagación o la tasa de positividad van en descenso, igual que el número de contagios. También ha mejorado la situación en la atención primaria, mucho menos congestionada. En la última semana, los CAP de Tarragona han recibido unas 5.000 visitas relacionadas con la Covid-19. Es casi cuatro veces menos, en comparación con las más de 17.500 que se registraron en la misma semana de julio, cuando los contagios se dispararon, sobre todo entre jóvenes. Como siempre pasa en las oleadas, la Primaria es la parte del sistema sanitario que antes percibe la inercia.

Alerta con la vuelta al cole

La quinta ola, imprevista por las autoridades sanitarias e impulsada sobre todo por la movilidad entre los grupos de jóvenes, deja atrás un verano muy difícil mientras aparecen los mensajes que alertan ya de los riesgos de la vuelta al cole y el incremento de los desplazamientos a partir de septiembre. «Tenemos que empezar a surfear desde ahora la sexta ola», decía en redes sociales Àlex Arenas, Catedrático de Ingeniería Informática y Matemáticas en la URV. El epidemiólogo recomienda «control de ventilación y aforo en el transporte público, evitar concentraciones sin distancia, mascarilla FFP2 en todos los interiores», además de «vacunación, vacunación y más vacunación».

Arenas también es crítico con la falta de planificación por parte de Educació: «En este curso escolar no se bajan ratios, no se ha invertido en medidores de CO2, no se han comprado filtros HEPA, no se ha plantificado la seguridad, vamos demasiado confiados, y quedan 15 días. Al menos el Departament podría invertir en FFP2».

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