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Veinte días. Esto es lo que llevan sin agua las vecinas del número 7 de la calle Ferrers, en la Part Alta de Tarragona. Veinte largos días que combinados con el calor y la humedad forman un peligroso cóctel que puede explotar en cualquier momento.
Aunque la problemática del agua en este bloque de pisos no es reciente. «Hará unos tres años, desde que llegué aquí, que tenemos cortes de agua. Algunas veces duran más, otras menos, pero nada como ahora». Así resumía E.A., vecina del edificio, el calvario que están viviendo tanto ella como las otras tres inquilinas del edificio.
‘Situación límite’
Las inquilinas del bloque llevan estos tres años sin ponerse de acuerdo con la inmobiliaria que gestiona la comunidad. Según la vecina que ha atendido al Diari, «acordamos verbalmente en la firma del contrato que las fincas se harían cargo de la factura del agua. Pero no lo están cumpliendo y nos pasan el muerto a nosotras». La situación límite obligó al propietario de las fincas a tener una reunión con las inquilinas el miércoles pasado, en la que se comprometió a solucionar el problema esa misma semana. Incluso las inquilinas propusieron hacerse cargo de los recibos que arrastran desde febrero. Sin embargo, ayer pudimos comprobar que el depósito seguía vacío. «Para tener agua tengo que coger las garrafas, acercarme a la fuente de la Plaça del Pallol y cargarlas hasta casa. Físicamente no estoy bien y no es tarea fácil para mí», comentaba E.A., visiblemente afectada.
‘La otra cara de la moneda’
El lunes por la mañana el Diari pudo contactar con el dueño de las fincas para corroborar la información y conocer su punto de vista. Algo irritado, afirmó que el problema estaría solucionado «entre esta tarde –refiriéndose a la tarde del lunes– y el martes por la mañana», hecho que no se produjo.
Ayer a media tarde el Diari consiguió contactar con la inmobiliaria tras repetidas llamadas. Según ellos, «el problema está solucionado y ya se han puesto al día todos los recibos pendientes. Las vecinas tienen agua desde esta mañana». Sin embargo, o el agua se esfumó o la inmobiliaria volvió a incumplir su promesa.
