Un brujo, una hechicera y una princesa, ¿qué puede salir mal?

‘The Witcher’. La nueva serie fantástica de Netflix está basada en los libros del polaco Andrzej Sapkowski y no tanto en la saga de videojuegos

10 enero 2020 15:18 | Actualizado a 10 enero 2020 17:24
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Si has llegado a The Witcher esperando ver una nueva Juego de Tronos, para. Ni es, ni se le parece y tampoco creo que Netflix lo haya pretendido. Lo que sí que indudablemente ha buscado con The Witcher es aspirar a tener el mismo éxito que la gran serie de HBO. Y va por el camino.

The Witcher estrenó los ochos capítulos que forman su primera temporada en Netflix el pasado 20 de diciembre y antes de ser estrenada ya fue renovada para una segunda. Material literario para adaptar tiene de sobras.
Desde el primer momento ha generado opiniones de todo tipo y es que la forma de adaptar los libros del escritor polaco Andrzej Sapkowski no ha dejado indiferente a nadie. Pero vayamos por partes.

¿De qué va esta serie?
The Witcher narra las aventuras y desventuras de tres personajes principales. Por un lado tenemos al brujo Geralt de Rivia, interpretado por Henry Cavill. Geralt es un brujo recto y de honor que va a donde le llaman y le pagan por matar monstruos, de cualquier tipo, a espadazo limpio. No tiene ninguna aspiración más en la vida.

Pero tras una serie de acontecimientos, por el derecho de sorpresa (hay que ver la serie para entender qué supone este derecho, complejo de explicar) su destino queda vinculado a la princesa Cirilla, interpretada por Freya Allan. Encontrarla y protegerla pasa a ser su mayor objetivo de vivir. La joven Cirilla es la heredera del reino de Cintra, reino que es atacado y devastado por Nilfgaard, un reino enemigo que pretende hacerse con todos los territorios del denominado Continente. Ciri huye de Cintra y comienza la búsqueda de Geralt de Rivia, al que su abuela la reina, en el lecho de muerte, le dice que está vinculada por el destino.

Destino, una palabra muy importante en toda la trama de la serie.

Finalmente tenemos a la hechicera Yennefer, interpretada por Anya Chalotra. Yennefer fue comprada en su juventud por Tissaia (MyAnna Burin), una maestra de hechiceras que vio potencial en ella para convertirse en una de las mejores. Y no anda muy desencaminada, visto lo visto. Yennefer es una chica deforme, repudiada por su pueblo y hasta por su propia familia, pero encuentra en la hechicería su forma de vida. Para poder conseguir sus objetivos decide aplicarse brujería y convertirse en toda una belleza que encandilará a cualquier rey que desee hacerse con sus servicios de hechicera. Pero todo tiene un coste, y el de Yennefer es, que a cambio de su espectacular transformación física, debe entregar su útero y nunca podrá ser madre. Con el tiempo se da cuenta de que realmente sí quiere serlo y el conseguirlo se va a convertir es su objetivo principal.

Montaje caótico
Reinos enfrentados, territorios por conquistar, un brujo a la búsqueda de monstruos que matar y princesas que salvar, una hechicera que usa su poder en beneficio propio y princesas que huyen por bosques helados en compañía de elfos y criaturas extrañas. ¡Si hay hasta dragones! Pues bien, si todo esto no os parece suficiente enredo, viene Lauren Hissrich, guionista y showrunner de la serie, y se pone creativa con el montaje. La estructura narrativa de The Witcher es tal vez lo más criticable de esta producción.
Los tres personajes principales se mueven en tres arcos temporales distintos y la línea temporal tal cual está montada es altamente confusa. Prometo que estuve atenta viendo la serie y que intenté no perderme detalle, pero la realidad es que hasta el capítulo cuatro no empecé a comprender cómo estaba estructurada. Me quedo más tranquila tras saber que la propia Lauren Hissrich ha declarado que precisamente su intención es que la gente no empiece a atar cabos hasta ese capítulo. Gracias, me quedo más tranquila. ¿Pero era necesario?

El montaje de esta serie ha sido el más caótico que yo he visto en mucho tiempo

Según ella, sí. Hissrich ha prometido que la disposición de la segunda temporada será más estructurada. Gracias de nuevo.

En definitiva, The Witcher es una serie perfecta para los fans del género fantástico. Mucho monstruo, batallas cruentas por doquier, mundos mágicos y mitológicos con unos protagonistas que prometen muchas aventuras. Se puede decir que Netflix ha usado esta primera temporada para hacernos una presentación de todo lo que está por venir, que se antoja será mucho y bueno, siempre y cuando no se vuelvan a poner creativos con el montaje. Yo por ver a Geralt de Rivia tomando un baño, ¡ma-to!

 

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