Un carril bici de 2,2 kms unirá los campus Catalunya y Sescelades

El proyecto quedará recogido en los presupuestos, que incluirán una partida de 550.000 euros para que esté en marcha el año que viene. La intervención tendrá una segunda fase

02 diciembre 2019 19:40 | Actualizado a 03 diciembre 2019 08:52
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Decenas de personas caminan todos los días por el lateral de la carretera de Valls para ir al Campus Sescelades. En algunos tramos ni siquiera hay acera, pero el entorno de Quatre Garrofers es un flujo constante de gente que va o viene desde Sant Pere i Sant Pau al centro.

Ciudadanos que caminan y, cada vez más también, que van en bicicleta. Un medio de transporte que de forma muy lenta va ganando presencia en una ciudad que ha vivido de espaldas a la transformación que han hecho las principales urbes, para adaptarse a modalidades de transporte más sostenible.

Tarragona está lejos de los objetivos que se marcó en el año 2011, con el Pla de Mobilitat Sostenible (PMUS), un déficit que quiere empezar a corregirse ya con los presupuestos del año que viene. Así lo avanza el concejal de Territori del Ayuntamiento de Tarragona, Xavier Puig, quien asegura que en la propuesta que está acabando de cerrar el responsable de las finanzas, Jordi Fortuny, habrá una partida de 550.000 euros para dicho concepto.

La inversión permitirá afrontar la habilitación de un tramo de 2.202 metros de longitud entre los campus Catalunya y Sescelades. Los técnicos municipales ya han diseñado el nuevo trazado que se iniciará en la Plaça de la Imperial Tarraco y subirá por la Avinguda Marquès de Montoliu, hasta la Avinguda de Catalunya y, seguirá hacia la rotonda de los Quatre Garrofers. En este punto, seguirá por la parte de atrás de los terrenos, el puente que cruza la A-7 y entrará a Sant Pere i Sant Pau por la calle Pi i Maragall. Ahora, se están acabando de estudiar algunas variables, ya que inicialmente se ha contemplado también una ramificación que discurrirá por la calle Sant Antoni Maria Claret. El vial tendrá 2,5 metros de ancho.

Xavier Puig asegura que esta alternativa «no está afectada» por el traspaso del segundo paquete de carreteras por parte del Estado al Ayuntamiento, por lo que la administración local podría iniciar las obras de acondicionamiento de forma inmediata.

En dos fases

La administración local prevé comenzar los trabajos para acondicionar este tramo el año que viene, para que a finales de 2020 o principios del año siguiente ya esté operativo.

La demanda de un carril bici que mejore la movilidad y las comunicaciones entre los dos campus la ha defendido siempre la rectora de la Universitat Rovira i Virgili (URV), María José Figueras. Sin embargo, según explica el Consistorio, el proyecto va más allá. «Debemos acabar después con unir este trazado con la Avinguda de Roma y Ponent», afirmaba el edil republicano, quien destacaba que este arteria comunicará el norte, con el Centre y Ponent.

Es una propuesta que el grupo municipal de ERC llevaba en su programa electoral, con el objetivo de crear un itinerario educativo que debe acabar llegando a la antigua Laboral, de forma que enlazará dieciocho centros educativos de la ciudad. «Es mucha población», ponía en valor Xavier Puig.

La segunda fase presenta más dificultades, ya que el puente de la Avinguda de Roma sigue siendo titularidad de Carreteras. «Deberemos trabajar con ellos, pero de partida ya sabemos que los dos puentes son problemáticos, porque se nos hacen pequeños y son muy hostiles para las personas», decía Puig.

La apuesta por la movilidad sostenible será uno de los tres ejes estratégicos que el Àrea de Territori quiere priorizar en los presupuestos del año que viene. En los últimos ocho años, el Ayuntamiento de Tarragona tan solo construyó el carril bici desde la Vall de l’Arrabassada al Fortí de Sant Jordi. Son 600 metros en los que se invirtieron 175.000 euros pero que quedan lejos de las expectativas del PMUS, el cual era muy crítico con la red existente, ya que la catalogó de «inconexa e insuficiente».

Microurbanismo

Los otros dos ejes que quieren potenciarse son las «microactuaciones urbanísticas». En este paquete se incluirán inversiones en parques infantiles, plazas y de la vía pública en general, para que «dentro de cuatro años toda la geografía de Tarragona pueda admitir que vive mejor que ahora en cuanto a las condiciones del espacio público», decía Puig.

La tercera pata de estos presupuestos será la redacción de proyectos, como el de la Illa Corsini, el de mejora de la Part Baixa o el de dignificación de la Rambla Nova, entre otros. «Si queremos hacer una cosa integral tenemos que hacer buenos proyectos, repensando el espacio en su conjunto a nivel de urbanismo, movilidad y seguridad, entre otros», dice Puig.

La partida en materia de inversiones que habrá para cada uno de estos aspectos es una cuestión que acabará de definirse en las conversaciones y negociaciones con los partidos, que se llevarán a cabo las próximas semanas. Más allá, el responsable de urbanismo ya avanza que «habrá actuaciones que a lo mejor no están en los presupuestos, pero que podemos hacer con el crédito del que ya disponemos y que nos permitirá avanzar en esta línea».

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