Dejó el coche mal aparcado en la plaza Catalunya de Tarragona, en el barrio de Sant Pere i Sant Pau. Se fue sin preocuparse de ello hasta que una patrulla de la Guàrdia Urbana lo vio poco antes de las seis de la tarde del domingo.
El conductor, con síntomas evidendetes de haber bebido, se fue hacia los agentes que iban a multar el coche.
En lugar de intentar sacar el coche y buscal cualquier excusa para evitar una multa, hizo todo lo contrario. Se encaró, les habló de forma despectiva y les chuleó.
Los agentes vieron por el cristal una escopeta sin funda, un machete y un cuchillo. El transporte de estar armas de forma irregular quedó plasmado en un acta y fueron intervenidas.
Además, el conductor fue denunciado por desobediencia a los agentes de la autoridad.