Un conductor ebrio choca contra una gasolinera en Tarragona

El incidente se produjo sobre las 23.40 horas del domingo en la gasolinera situada en la calle Reial.

14 octubre 2019 18:50 | Actualizado a 16 octubre 2019 08:29
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Un hombre que chocó contra una gasolinera y se dio a la fuga. Posteriormente, los agentes de la Guàrdia Urbana vieron que presentaba síntomas de ir ebrio, pero se negó a realizar la prueba de alcoholemia. El hombre, de 34 años y de nacionalidad española, acabó detenido por los delitos de conducir bajo los efectos del alcohol, negativa a someterse a las pruebas y atentado a agentes de la autoridad.

El incidente se produjo sobre las 23.40 horas del domingo en la gasolinera situada en la calle Reial. El conductor chocó con las instalaciones y se dio a la fuga. Los agentes dieron una batida por la zona y al cabo de media hora vieron el vehículo Volkswagen Kombi, que estaba aparcado parcialmente encima de una paso de peatones en el cruce de las calles Misericòrdia y Lleó.

Los agentes se acercaron al vehículo y vieron que el conductor dormía. Se despertó de forma violenta y se negó a colaborar con los agentes, a la vez que se puso alterado y violento, por lo que tuvieron que inmovilizarlo. El conductor se negó a realizar la prueba de alcoholemia, por lo que acabó detenido.

Durante el trayecto al hospital, el hombre no paró de amenazar a los agentes, a la vez que daba cabezazos a la mampara de protección del vehículo policial, una actitud que continuó cuando era llevado a la comisaría de Mossos.

Un marinero borracho

Quien también quedó detenido por la Guàrdia Urbana fue un marinero ruso de 35 años que provocó un altercado en el Hospital de Santa Tecla. En la tarde del domingo acudió para que lo curasen de una intoxicación etílica. Después de atenderlo le dieron el alta. Pero se negó a marcharse del Servei d’Urgències porque, según dijo, quería quedarse a dormir.

Finalmente, con la intervención de una doctora que hizo de intérprete se logró que abandonara las dependencias hospitalarias. Pero minutos después volvió a entrar, esta vez en una actitud más agresiva entre medio de gritos.

El vigilante logró sacarlo de nuevo al exterior, pero él quería entrar, por lo que se avisó a la Guàrdia Urbana. Los agentes averiguaron que estaba enrolado como marinero en un buque atracado en el puerto de Tarragona y que no quería volver a él porque no le pagaban. Ante ello, pedía quedarse en Tarragona. Incluso amenazaba con quitarse la vida –hacía gestos de cortarse las venas, barriga y cuello–. De nuevo en el exterior, cogió una cerveza de la mochila, sacó la anilla y comenzó a manipularla, momento en que se detuvo para evitar que le lesionase.

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