Un curso para la inserción social

Volvía a ser septiembre en la URV, y es que aunque ya hace dos meses que ha empezado el curso en la universidad, el programa de Orientación Profesional para la Inserción Sociolaboral (Inserlab) daba la bienvenida a catorce alumnos a una nueva edición de este proyecto.

La sala de juntas de la URV se iba llenando poco a poco a medida que se acercaban las cinco de la tarde de profesores, alumnos, ex alumnos o familiares que forman parte de esta iniciativa y que esperan con ganas emprender una nueva forma de entrar en el mundo laboral y universitario. «Ahora lo veo desde fuera y lo viviré de otra manera, pero seguro que igual de intensa», comentaba Pau Palau, un exalumno de Inserlab que tuvo la oportunidad de participar el año pasado y que repite en esta edición para acompañar a los nuevos estudiantes a descubrir sus propias oportunidades. La ilusión con la que Pau recordaba su paso por Inserlab también se podía ver en los nuevos alumnos, que compartían ganas y un mismo objetivo. «Aprender y descubrir nuestras capacidades y convertirlas en recursos para acceder al mundo laboral», ésta era la idea clara que tenían tanto David como Víctor, dos de los nuevos alumnos, y que también compartían los coordinadores de esta iniciativa. «En esta segunda edición, hemos dado un paso adelante y hemos incluido prácticas de 40 horas en entornos laborales ordinarios», declaraba Ángel Belzunegui, uno de los coordinadores.

Teresa Torres, directora del curso, fue la encargada de dar la bienvenida. Por orden de lista, dedicó unas palabras a cada uno de los estudiantes. «Este curso va a ser un éxito. Lo sé porque cada uno de vosotros sois excepcionales», expresaba Torres. En su discurso también prometió romper estereotipos y demostrar que la cifra de paro que representan los jóvenes son solo «falta de oportunidades».