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La Nit de Sant Joan congregó ayer a unas 4.000 personas, especialmente entre las playas de L'Arrabassada y El Miracle. No obstante hacia las seis y media de esta mañana los agentes de la Guàrdia Urbana ya habían conseguido desalojar la arena. Con todo, explican desde la policía municipal, se trató de una noche tranquila con pocos incidentes.
En l'Arrabassada se cerró el parking a las 21.25h y se desalojó el chiringuitgo central por exceso de aforo. Allí un menor fue asistido por intoxicación etílica. En el Miracle el cierre del parking fua a las 22h y a las 4.30h la playa quedó vacía, mientras que en la Llarga intervinieron para ordenar apagar una hoguera y bajar el volumen de la música a un grupo de personas.
Una treintena de operarios se han encargado, a buen ritmo, de recoger la estela de desperdicios con máquinas pero, sobre todo, de forma manual.
Todavía no se ha calculado la cantidad de toneladas de basura recogidas pero los responsables del dispositivo de limpieza aseguraban que la situación no distaba mucho de la de otros años antes de la pandemia.
Lo que sí han encontrado es que, además de las playas donde se concentró el macrobotellón, el resto de playas también quedaron muy afectadas. Es el caso de Tamarit, donde todo el paseo de acceso estaba cubierto de una alfombra de desperdicios, en especial de restos de petardos.
Otros lugares de la ciudad, como el Parc del Francolí, donde en años anteriores había gran concentración de personas, en esta oportunidad se notó menos afluencia, aunque hubo rezagados explotando petardos hasta el amanecer.
Durante la noche de ayer y hasta las siete de la mañana de hoy el 112 había recibido en Catalunya 2.535 llamadas por incidentes relacionados con la revetlla, 171 de ellas en las comarcas del Tarragonès.
