Un pesebre tarraconense

Durante el fin de semana, 1.200 personas acudirán a la muralla para asistir a la recreación de la primera Navidad de la historia organizada por el Museu Bíblic de la ciudad y la Associació Cultural Sant Fructuós

19 mayo 2017 17:01 | Actualizado a 21 mayo 2017 16:02
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La muralla aportó el toque tarraconense al pesebre viviente con rigor histórico Anno Domini. Familias enteras pasaron ayer por el Passeig Arqueològic desde las 18 hasta las 21 horas para disfrutar de la recreación y afrontar el espíritu navideño desde una óptica fidedigna según los expertos. La iniciativa, impulsada por el Museu Bíblic de la ciudad y la Associació Cultural Sant Fructuós, ha sido todo un éxito ya que, días antes de su estreno, las entradas se agotaron. Así pues, en total 1.200 ciudadanos desfilaran por la pasarela durante este fin de semana.

Organizadores, voluntarios y figurantes estaban impacientes por dar el pistoletazo de salida a la representación. El trabajo de más de 100 personas dio los primeros frutos al comprobar el movimiento y el ambiente que se respiraba en la muralla. Ya que los turnos de visita son cada 15 minutos, el entorno enseguida se contagió de la sorpresa de los más pequeños de la casa y de la admiración de los mayores. Además, este bullicio se vio intensificado a causa de los conciertos que se celebraron en el Parc Saavedra con motivo de la jornada solidaria en favor del pueblo saharaui. Aun así, el tamaño reducido de los grupos, 60 individuos, permitió que los asistentes disfrutaran del espectáculo en su total plenitud.

Un audiovisual fue la bienvenida a este pesebre viviente único y distinto a los habituales. El video de presentación ya daba algunas pistas sobre el enfoque histórico y situaba al espectador en el contexto real, según los estudiosos, del nacimiento de Jesús de Nazaret. Tras su reproducción, miembros de la organización y una voz en off fueron los encargados de acompañar a los visitantes durante la representación de las nueve escenas repartidas por el paseo. Después de las profecías y la anunciación a María, llegó uno de los momentos más especiales e impresionantes: el viaje de los «tres sabios», popularmente conocidos como los Reyes Magos. Montados sobre tres dromedarios, los personajes marcharon con solemnidad mientras el público contemplaba el espectáculo con Tarragona a los pies. A continuación, el empadronamiento, la anunciación a los pastores, el nacimiento y la adoración de los pastores y los sabios, el camino hacia Belén y, por último, la huida a Egipto. El discurso de la voz en off sirvió para presentar un relato fidedigno y romper con los tópicos que rodean este acontecimiento en base a los datos que otorga la arqueología bíblica, la historia y los estudios bíblicos. Por ejemplo, la demostración de que el primer día de Navidad sucedió una primavera entre los años 4 y 7 antes de Cristo. Aunque parezca incongruente, este hecho se explica por los errores de cálculo en la confección del calendario de la era cristiana por parte del escritor Dionís el Exigu que vivió en el siglo VI.

Para añadir rigurosidad y veracidad a la representación, las instituciones organizadoras contaron con el apoyo de diversos grupos de reconstrucción histórica. Sin embargo, el attrezzo cobró más fuerza gracias al escenario excepcional. La iluminación de la muralla y las vistas a la ciudad aumentaron todavía más el valor y la belleza de este pesebre viviente tan especial.

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