Una gala a prueba de realidad en Tarragona

Es la hora de inicio de la gala y una joven con cara de malas noticias se acerca a la profesora Pilar Figueras: «A uno de los concursantes le ha dado un ataque de pánico. Que dice que no sale de la clase». La profesora mantiene la calma: «Hay tiempo, ir a mediar con él». Al final el asunto se resuelve y el concursante actúa.

Pasaba ayer durante la gala ‘Bosco talent’, que organizan los alumnos de segundo año de Animación Sociocultural del Institut Vidal i Barraquer y que se ha convertido en un clásico.

Este año la gala fue bautizada en honor a San Juan Bosco, patrón de los estudiantes de FP que se celebraba ayer. Y así arrancaba el espectáculo, con lo que parecía una procesión de personajes con una capa negra y acababa con una coreografía al ritmo de Uptown Funk. Ya el salón de actos estaba lleno a reventar y el público entregado.

De alfombra roja

Si algo quedaba claro desde el principio es que ningún detalle se quedaba al azar. Nada más llegar al vestíbulos del instituto un photocall invitaba a los invitados a sacarse una instantánea. Y si, se habla de los invitados porque la gala era por invitación (imposible tener sitio para todos los que querían asistir).

Los alumnos se encargaron de hacer la difusión del evento que comenzó unas semanas antes con cástings a la hora del patio.

Se ocuparon de diseñar e imprimir las entradas, el programa, hacer la escenografía que incluía una alfombra roja, del diseño de luces, del sonido, del guión...

Y justo el sonido, cosas del directo, dio el siguiente disgusto nada más empezar. Uno de los dos micrófonos no funcionaba bien.

El presentador, haciendo gala de tener muchas tablas en el escenario, se metió al público en el bolsillo con sus comentarios y algún chiste que consiguió distender el ambiente hasta que todo comenzó a andar.

Las actuaciones no podían ser más diversas, había cantantes de diferentes estilos, instrumentistas, baile (desde reguetton y twerking hasta flamenco), recital de poesía... Mostraban su talento por igual los alumnos de gestión administrativa hasta los de educación infantil, los de actividades comerciales o gestión administrativa.

El público, en más de una ocasión, se enganchó a la interpretación de los intérpretes y los siguió con las luces de los móviles.

En el trabajo

Los profesores, Figueras y David León, explican que la organización de la gala obliga a los alumnos a enfrentarse a un montón de aspectos como los que tendrían que lidiar cuando organizan eventos en un hotel, por ejemplo. Aquí se practican competencias que se han dado en clase como el uso del micrófono o la resolución de conflictos y el trabajo en equipo.

La gala acabó con la correspondiente entrega de premios y con el buen sabor de boca que deja el trabajo bien hecho.

Animados nos vamos.