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El Ayuntamiento de Tarragona comenzó ayer una prueba piloto para señalizar y hacer seguimiento (con la colaboración de entidades animalistas) de 16 de las 54 colonias de gatos ferales controladas que hay en la ciudad.
En las colonias que entran en el programa se colocará un cartel avisando de que se trata de una colonia felina controlada y que se debe respetar a los animales que allí se encuentran. También se colocarán comederos-abrevaderos, areneros y refugios.
Carla Agular-Cunill, concejala de Benestar Animal, explica que las colonias que se han incluido en esta primera fase son las que se encuentran en espacios patrimoniales o musealizados; las que se encuentran en sitios donde se han producido quejas vecinales y aquellas que tienen una elevada cantidad de animales.
Proyecto durante un año
La prueba piloto se llevará a cabo en distintos puntos de la ciudad y tendrá una duración, en principio, de un año, después del cual la intención es continuar en base a la experiencia adquirida.
Hasta ahora las entidades animalistas de la ciudad habían sido las que, con sus propios medios, alimentaban, cuidaban y esterilizaban a las colonias de gatos. Con este programa piloto el Ayuntamiento pone los elementos físicos, la señalización, y el veterinario que se encarga de las esterilizaciones y otros cuidados. Las entidades, por su parte, se encargarán de la gestión y de seguir aportando la comida y alimentando a los animales.
El presupuesto para el proyecto es de 20.000 euros, un 25% de los cuales se han destinado a acondicionamiento del entorno y el 75% a las actuaciones veterinarias. Este último es el concepto más oneroso y el que más cuesta asumir a las entidades. Actualmente ya han sido esterilizados y atendidos una treintena de individuos a los cuales se les hace una ficha. Se les practica, además, el ‘marcaje auricular’, un pequeño corte en la oreja que se hace bajo anestesia y que permite distinguir fácilmente a los gatos esterilizados.
Un atractivo turístico
En la presentación del proyecto que tuvo lugar ayer en el Passeig Arqueològic, también estuvo presente el concejal de patrimonio, Hermán Pinedo, así como la concejala de Junts Per Tarragona Elvira Vidal, a quien agradecieron su apoyo al proyecto.
Pinedo señaló que se trata de una oportunidad para encajar bienestar animal y patrimonio, tal como han hecho otras ciudades como Córdoba, Roma o Pompeya, donde los gatos ferales son «un atractivo turístico».
Por su parte, Aguilar-Cunill señaló que se espera que el plan piloto sirva para crear conciencia ciudadana sobre la importancia del respeto a los animales.
