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Hace unos días Josep Lluis, un niño de Tarragona, recibió una silla eléctrica nueva. Lo peculiar del caso es que los 5.000 euros que costaba han sido financiados gracias al reciclaje de 27,71 toneladas de tapones.
Se trata de la iniciativa ‘Tapones para una nueva vida’ de la Fundación SEUR, cuyo objetivo es recoger la mayor cantidad posible de tapones de plástico para conseguir tratamientos médicos y ortopédicos que no estén cubiertos por la Seguridad Social para menores de 18 años con enfermedades graves.
Desde su puesta en marcha, justo hace 10 años, han conseguido financiar el tratamiento de 182 niños de toda España, con una aportación económica de casi 1.300.000 euros. La fundación tiene convenios con empresas y organizaciones tanto públicas como privadas que, en sus instalaciones, colocan las papeleras del proyecto para reciclar los tapones (En el Diari de Tarragona hay una). También en las propias instalaciones de SEUR, los empleados colaboran.
El origen, un niño de Bilbao
El proyecto surgió en 2011 cuando una familia de Bilbao comenzó a recoger tapones de plástico que habían sido recolectados por familiares, amigos y vecinos ,con el objetivo de reciclarlos y, a cambio, recibir dinero con el que podrían ayudar a su hijo Iker, quien necesitaba un aparato ortopédico para su desarrollo.
En esos momentos, un conductor de SEUR se enteró de esta iniciativa y decidió pedir ayuda a la fundación para que colaborara con la familia a la hora de recolectar los tapones. Así fue como comenzaron ayudando a Iker recogiendo tapones gracias a la flota de la empresa de tal manera que se pudo llegar a más sitios y fue mucho más fácil para la familia.
En la entrega de la silla para Josep Lluis en Tarragona estuvieron presentes él, sus padres, Jose Manuel Carabe, gerente SEUR Tarragona, miembros de la empresa y Fundación Seur.
