Unas 200 personas reivindican que TGN no sea una ‘ciudad dormitorio’

Se concentraron en la Plaça de la Font para solicitar que se fomente el ocio y la cultura en lugar de ‘prohibirse sistemáticamente’

10 junio 2017 18:59 | Actualizado a 21 noviembre 2017 19:42
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"Tarragona se ha convertido en una ciudad que hiberna durante todo el año, (...) en la que si falla la seguridad, en lugar de mejorarla, se ha cerrado todo, (...). Donde se multan  violinistas y, la Urbana no patrulla donde hay problemas (...). Una ciudad que cree que la cultura debe generar un rendimiento económico y que el ocio no es cultura». Son algunos de los fragmentos del manifiesto que se leyó en la concentración que tenía lugar ayer por la tarde en la Plaça de la Font, en la que unas 200 personas reivindicaron «dejar de ser una ciudad dormitorio de Barcelona».

El acto fue convocado a través de las redes sociales por un grupo de «personas anónimas». Inicialmente estaba previsto a las 18 horas, pero se retrasó una hora ya que en el Ayuntamiento se celebraban dos bodas civiles. Inicialmente parecía que habría más gente en estas celebraciones, aunque finalmente la cifra de participantes prácticamente alcanzó las 200 personas. 

Los impulsores de la convocatoria se mostraron muy satisfechos. «No teníamos ni idea de cuántos seríamos, esto es un éxito», afirmaba Eva Sagardoy. La hermana de la bailarina y coreógrafa tarraconense es una de las personas que encabezan este movimiento tras vivir durante más de veinte años fuera de la ciudad. «Somos vecinos, gente dentro de asociaciones, chicos y chicas de Tarragona, cada uno hijo de su padre y de su madre, que queremos una ciudad mejor», apuntó. 

En el colectivo no hay partidos políticos, aunque ha mantenido reuniones con C’s, la CUP y Tarragona Sí que es pot. De hecho, el líder de la formación naranja, Rubén Viñuales, estaba entre los participantes. También han mantenido encuentros con la gente de los festivales Rec y Scan, además del colectivo Dames i Vells y la Plataforma Farts de Soroll. «Nos respaldan pero no están aquí por miedo a represalias», afirmó Sagardoy. Tampoco no había ninguno de los representantes de la noche tarraconense.

Apuntaron la necesidad de tener ‘una normativa clara en materia acústica’

Entre los motivos de queja está la prohibición de los vermuts electrónicos, los conciertos en la playa o el reciente cierre del Camp de Mart, que va a someterse a reformas. «Queremos una ciudad en la que el Ayuntamiento aporte soluciones en lugar de buscar culpables y en la que los jóvenes no tengan que coger el coche y marcharse porque aquí no tienen nada que hacer», decía Carles Carcolé. Éste también pedía «ser un ejemplo de ciudad mediterránea con los brazos abiertos en lugar de con los museos cerrados».

Las críticas en contra del Ayuntamiento fueron reiteradas. Y sobre todo hacia la política de «solucionar las cosas prohibiendo sistemáticamente» y «multando».
Apuntaron también algunas soluciones como la necesidad de tener «una normativa clara en materia acústica que promueva que todos nos podamos sentir a gusto». Además pidieron «diálogo» con todos los colectivos. «No sé si es por dejadez, por falta de voluntad o porque no tienen ni idea».

La breve convocatoria acabó con todos los asistentes sentados en el suelo y la violinista que fue multada tocando en medio del circulo. Tras esta primera convocatoria ya han asegurado que el colectivo TGN Ciutat Dormitori seguirá vivo en las redes sociales y que la participación en esta primera convocatoria «nos da fuerzas para seguir adelante».

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