Unos inesperados compañeros de viaje

Jóvenes actores amenizaron ayer el viaje a los usuarios de autobuses de la EMT. La idea: comenzar a hacer ruido de cara a la Mostra de Teatre Jove

08 abril 2018 14:48 | Actualizado a 08 abril 2018 14:56
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Sábado a media mañana. El autobús de la EMT de la línea 22 (Hospital Joan XXIII-El Serrallo) comienza a poblarse lentamente de gente con el carrito de la compra, una señora con un bebé, jubilados...

De repente, de la nada aparecen dos doctoras a hablar de las bondades de una revolucionaria cirugía cerebral capaz de hacer que predomine el hemisferio izquierdo, el de la lógica, sobre el derecho, el de la imaginación y el sentido artístico.

La perorata de las dos doctoras representantes del laboratorio, sospechosamente llamado Leviatán (el nombre alude a una bestia marina del Antiguo Testamento, a menudo asociada con Satanás), es interrumpida por un adolescente. El joven comienza a increparlas, cada vez más acalorado, sobre las consecuencias que tendría una cirugía así.

«Lo has hecho muy bien, chaval,  la verdad es que  me lo he creído todo. Sigue así»
Viajera del autobús a uno de los actores

Claro, a estas alturas, lo que habría que aclarar es que las dos supuestas doctoras y el adolescente que han hecho olvidarse a la gente de que va en autobús, en realidad, son actores de la compañía Nebulosa Teatre que están promocionando la Mostra de Teatre Jove que arranca en 14 de mayo y que este año llega a su edición número 25.

En total, entre el viernes y el sábado, cerca de un centenar de jóvenes actores han tomado de improviso los autobuses urbanos de la ciudad para hacer pequeñas representaciones inspiradas en las obras que llevan al festival.

El público más impredecible

Una vez acabada la breve representación y tras los consiguientes aplausos, una señora que está a punto de bajarse en la parada felicita al adolescente: «Lo has hecho muy bien, me lo he creído todo», le dice.

Pero, como bien sabe quien viaja en autobús un sábado, la afluencia de usuarios (convertido para los efectos en público) no siempre es regular, así que, por un momento, el autocar se vacía, sólo quedan los actores y dos periodistas. Todos los actores reconocen que es la primera vez que actúan a bordo de un autobús, así que esto de quedarse sin público no entraba en los planes.

Durante una pausa el conductor les tranquiliza: «Lo habéis bordado, la gente seguro que entra al trapo», les dice.
Como quien no quiere la cosa

Pero el momento de vacío dura poco, y a la siguiente parada comienza a subir gente. Ahora es el turno de Arteliats. Esta vez los actores son dos pacientes con un trastorno obsesivo compulsivo.

El primero de ellos sube, con una mascarilla en la cara y con una bayeta y el desinfectante en la mano, preocupado por los gérmenes que se concentran en el transporte colectivo. El segundo no puede parar de repetir tres veces cada cosa que dice.

El insólito diálogo de los dos pacientes, que descubren que se dirigen a la consulta del mismo psiquiatra, pilla a los viajeros por sorpresa. Unos escuchan como quien no quiere la cosa (cualquiera que viaje en autobús lo hace alguna vez), mientras otros no pueden evitar la cara de extrañeza, hasta que prácticamente todos terminan por meterse en la situación, incluida una señora a la que el maniático de la limpieza le dice que se recoja el cabello... Y se lo recoge.

A medida que avanza el trayecto las risas ya son descaradas, la gente se está divirtiendo. La mejor muestra es que un hombre mayor dice entre risas, cuando se acerca su parada, «qué pena, me tengo que bajar».

Misión cumplida, esta pequeña ración de teatro ha conseguido transportar un rato a los viajeros. Al final se reparten los trípticos «y las entradas a los espectáculos son gratuitas», remarcan. Si se anima a ver más la programación de los espectáculos, está en la web:

www.tarragonajove.org.

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