Vacunación masiva de la gripe en Tarragona

El ritmo de inmunización para la influenza se dispara en la provincia por temor a la Covid. Los mayores se han dado más prisa y perfiles sanos en entornos vulnerables también se protegen

09 noviembre 2020 11:40 | Actualizado a 09 noviembre 2020 12:38
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«Hace muchos años que no me vacunaba de la gripe, pero mi padre es diabético y, como es de riesgo, he venido a ponérmela, para estar más seguros en casa», reconoce Anna, una joven tarraconense de 28 años a las puertas de la Tarraco Arena Plaça (TAP), el insospechado lugar de vacunación en tiempos de Covid-19.

A alguno le parece extraño venir a inocularse la inmunidad entre las paredes del recinto que acoge ferias o conciertos y, hace algunos años, corridas de toros, pero es uno de los 123 espacios habilitados en Tarragona fuera de los CAP para descargar de trabajo y evitar aglomeraciones en esos centros de primaria. Pero no solo la deslocalización convierten en excepcional esta campaña. «Estamos haciendo un incremento de cobertura, con gente que nunca se había vacunado pero esta vez sí lo hace, dadas las circunstancias», explica Rocío Solís, adjunta a la dirección del CAP Jaume I y referente de vacunas del mismo centro.

En este arranque, el ritmo está siendo frenético, más acelerado que de costumbre: hay más perfiles diversos suministrándose el antígeno gripal y aquellos para los que ya era rutina hacerlo se están dando más prisa a la hora de quedarse inmunizados.

Goteo constante de ciudadanos

«Tengo 80 años y desde que tenía 60 y aún estaba trabajando me ponía la vacuna. Tengo algo de miedo, así que este año es más importante que nunca», cuenta Tomás Sala a las puertas de la TAP, donde se sucede un goteo constante de personas e incluso se genera alguna cola. «Esta vacuna me ha ido perfecta siempre, nunca me he enfermado, y cuando llegue la del coronavirus también me la pondré. No tengo miedo pero me siento más protegida ahora que me he puesto la de la gripe», cuenta Pilar Ribes, de 86 años. Su hermana Carme, de 81, tampoco ha faltado a la cita médica: «Somos de riesgo. Nos ponemos esta vacuna sin problema, porque nos sirve para protegernos. No tenemos temor a la pandemia pero sí respeto y algo de tristeza por no poder estar tanto con la familia».

Forman parte de un estrato de población que ha acudido veloz a la dosis, en plena segunda ola de un SARS-CoV-2 que vuelve a mostrar cifras altísimas de contagios y que deja un reguero de defunciones, otra vez, alarmante.

9.330 personas más

Hay prisa por inmunizarse. Las cifras del Institut Català de la Salut (ICS), uno de los proveedores de esta inmunidad en Tarragona, muestran que, en general, la población está siendo muy madrugadora. En las primeras tres semanas de vacunación del año pasado se suministraron 64.088 dosis. En ese mismo periodo, la cifra de 2020 llega a 73.418, 9.330 personas más. «Se ha hecho un esfuerzo importante para llegar a más gente. Hemos priorizado las residencias y la gente mayor y vulnerable pero una vez acabe esa cobertura quedarán vacunas para otra gente que esté interesada, aunque no sean de riesgo», cuenta Solís.

Perfiles como profesores o mujeres que han sido madres recientemente también entrarán dentro de estos grupos con preferencia a la hora de recibir la vacuna como indispensable herramienta preventiva. La protección es crucial. «Los síntomas de la gripe y la Covid-19 son parecidos así que vacunarse puede llevar a hacer un diagnóstico diferencial. Si hay alguien que se haya vacunado de la gripe y tiene síntomas, habrá más opciones de que sea Covid-19», cuenta Solís, que recalca la importancia de inmunizarse. «Va a ayudar a que la gripe no se transmita tanto, sabiendo que no es eficaz al 100% porque depende de la respuesta inmunitaria de cada persona. Además, la gripe de por sí puede ser una enfermedad muy seria, en personas mayores o con patologías crónicas, se puede complicar mucho y es importante protegerse», cuenta Solís.

Dosis triplicadas

La Xarxa Santa Tecla es otro proveedor de esta vacuna: la campaña arrancó el 19 de octubre y en este caso la vacunación se ha disparado. De 4.000 dosis puestas en dos semanas el año pasado a las 11.000 de este año, del total de 25.000 que se tienen previsto repartir en la zona norte del Tarragonès y el Baix Penedès.

El 75% de la población de residencias ya se ha vacunado, así como buena parte de los perfiles vulnerables y también de aquellos concienciados, que no han querido esperar nada para reforzarse con el antígeno. El ritmo de vacunación ha triplicado al de 2019, si bien es posible que se estabilice en los próximos días. «Está viniendo gente que no se había vacunado nunca y el ritmo es brutal. Incluso vienen profesionales sanitarios que eran reacios y ahora sí se la ponen. Hay personas que se quieren vacunar rápido, cuanto antes», cuenta Belén Vargas, responsable de vacunación en Primaria de Santa Tecla. El número de vacunas disponibles se suele incrementar un 5% cada año, aunque en esta ocasión el aumento ronda el 20%, todo ello con el fin de lograr una cobertura mayor.

«La verdad es que la gente está respondiendo bien, vienen muy motivados y concienciados y eso es fundamental. Hay que insistir en la importancia de vacunarse, porque así podremos descartar que estemos ante una gripe, en el caso de que haya síntomas», aporta Vargas. Semanas antes de que se abrieran las agendas, ya había personas previamente apuntadas y es probable que, una vez cubierta la población más débil, se sigan suministrando vacunas hasta que se acaben las dosis.

El Grup Sagessa es otro proveedor en la provincia, que tiene ya las agendas llenas para los próximos días. Un ejemplo de la mayor afluencia está en el CAP Marià Fortuny de Reus. A 30 de noviembre de 2019 la vacunación era del 46%. Este año, a 1 de noviembre, es del 27%, inferior porque es menos tiempo, pero un dato suficientemente alto para indicar que a final de mes se habrá vacunado más gente. De las 1.978 personas inoculadas, 1.209 son mayores de 65 años. El resto son menores con patologías previas o bien personas de 60 a 65 sin ellas. Este año se considera población de riesgo a partir de los 60 y no de los 65, como era habitual hasta ahora.

«¡Vacunarse en la plaza de toros!»

Todo ello deja, en general, una casuística muy diversa y novedosa, que aparece después de la esmerada labor logística por distribuir más vacunas (en general, en la provincia, se ha pasado de 120.000 a 140.000) y por disponer espacios sociales que no son sanitarios y van desde hogares del jubilado a centros cívicos o bibliotecas. «Ha sido un esfuerzo por parte de los equipos pero está funcionando bien. Hay gente que dice: ¡cómo vamos a ir a vacunarnos a la plaza de toros!. Pero luego ven que todo funciona bien, que el circuito es seguro y rápido, con un control adecuado en la entrada», cuenta Rocío Solís.

Salut, que ha adelantado la campaña varias semanas, ha comprado 230.000 vacunas más este año para toda Catalunya. El objetivo es acercarse al 75% de personas de más de 60 años que se vacunen, frente al 53% del año pasado. El Departament recalca la importancia de aproximarse al 75% de sanitarios inmunizados, un porcentaje aún lejos de alcanzar y, por tanto, todo un reto para contener no solo a la Covid-19 sino a la epidemia gripal.

Además, algunos informes alertan de que una coinfección de las dos patologías puede ser mucho más grave. La ciencia estudia que pueda haber una inmunidad cruzada, de forma que la vacuna de la gripe proteja también contra la Covid-19, algo para lo que aún no hay evidencia. Un estudio reciente en el Camp de Tarragona de la Fundació Institut Universitari per a la Recerca a l’Atenció Primària de Salut Jordi Gol i Gurina (IDIAPJGol) concluyó que las personas vacunadas de la gripe en el otoño pasado tuvieron menos riesgo de contraer el coronavirus durante la primavera pasada, algo que deberán corroborar posteriores investigaciones.

Las frases

 

«La vacuna de la gripe siempre me ha ido perfecta y cuando llegue la de la Covid también me la pondré»
Pilar Ribes
86 años

 

«Tengo algo de miedo por el coronavirus, así que este año es más importante que nunca vacunarse de la gripe»
Tomás Sala
80 años 

 «Soy de riesgo, así que he querido venir pronto a vacunarme porque así me siento más protegida»
Carme Ribes
81 años

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