Vandellòs y Ascó ya preparan su futuro postnuclear

Alertan que podrían perder 2.000 empleos y buscan alternativas. El municipio del Baix Camp apuesta por atraer empresas. El de la Ribera d'Ebre, por la agricultura y el turismo rural

26 noviembre 2018 09:45 | Actualizado a 01 diciembre 2018 18:06
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El último episodio del culebrón «vamos a prolongar la vida de las centrales nucleares»... «no, no, las vamos a cerrar en cuanto podamos» ha despertado escepticismo en el territorio. 

El secretario de Estado de Energía, José Domínguez, aseguró recientemente que antes de 2030 todas las plantas atómicas del Estado, incluidas las tres de Tarragona, estarían cerradas tras completar su vida útil de 40 años.

Horas después, fuentes del Ministerio de Industria matizaron una afirmación tan contundente y aseguraron que la decisión no está tomada, aunque el programa electoral del PSOE contempla el fin de la energía nuclear.

El anterior Gobierno, del PP, apostaba, por contra, por alargar la vida de las centrales hasta los 60 años y no el tope de 40 actual. Podemos quiere cerrarlas cuando se acabe su permiso de explotación. Y Ciudadanos se apunta al cierre a los 40 siempre y cuando la nuclear no sea imprescindible para el ‘mix’ energético, es decir, para el suministro eléctrico.

Al vaivén atómico en función del color del Ejecutivo de turno se suma la fragilidad del equipo de Pedro Sánchez. El territorio, la propia industria y los ecologistas no se atreven a vaticinar si la decisión de cierre nuclear antes del mencionado 2030 será efectiva o no. Nadie sabe quién estará en el poder dentro de unos meses.

Ya sea tras su vida prevista de 40 años o tras una prórroga de 20 años más, las centrales nucleares acabarán cerrando. Lo tienen claro los alcaldes del territorio, que ya preparan su futuro postnuclear y tratan de reinventarse para paliar su dependencia en puestos de trabajo e ingresos de las tres plantas de Tarragona. Ascó-I y Ascó-II generan un millar de empleos directos y Vandellòs-II un millar más entre directos e indirectos.

«Ya tenemos asimilado que las nucleares cerrarán, que su vida es finita. Y que desde la Unión Europea se apuesta por la transición hacia las energías renovables», explica el alcalde de Vandellòs i l’Hospitalet de l’Infant, Alfons Garcia. El alcalde advierte, sin embargo, que «no será un cierre ni ágil ni fácil. Tiene que haber alternativas, un acuerdo entre gobierno y empresas, definir qué pasará con los residuos».

 

"No será un cierre ni ágil ni fácil. Tiene que haber alternativas, un acuerdo entre gobierno y empresas, definir qué pasará con los residuos"


«El cierre de Vandellòs-I no fue demasiado traumático porque se prejubiló o reubicó a los trabajadores y nosotros conseguimos un aumento de los impuestos por otras vías», recuerda Garcia.

Otra cosa será la clausura del segundo grupo. ¿Qué alternativas diseña Vandellòs? «Tenemos buenas comunicaciones e infraestructuras. Contamos con dos polígonos industriales con 34 y 20 hectáreas en los que trabajan 400 personas y hay inversiones en logística», explica Garcia. 

Sigue Garcia: «También apostamos por la conectividad y hemos creado una empresa de fibra óptica. El objetivo es una industria de calidad y, poco a poco, aumentar la capacidad turística. Los pilares alternativos a la nuclear son, por tanto, una industria de calidad y  un turismo sostenible y que no sea estacional».

El alcalde de Ascó, Josep M. Buixeda, admite que «siempre hemos tenido muy claro que las nucleares cerrarán, pero el problema lo tenemos ahora encima y los deberes están por hacer. Los Ayuntamientos podemos construir los pilares, las bases de una economía alternativa, pero no podemos reponer un millar de empleos». 

"El problema lo tenemos ahora encima y los deberes están por hacer"

Buixeda reclama que tanto la Administración estatal como la autonómica se impliquen en el futuro de la zona. ¿Cómo? Diseñando un plan alternativo, como el que apoya la Junta de Castilla-León para los municipios que ‘vivían’ de la central de Garoña, ya cerrada. También aspira a que se pueda aplicar el impuesto nuclear que creó la Generalitat y fue suspendido por el Constitucional.

¿A qué pilares se refiere Buixeda? Vandellòs apuesta por la industria. ¿Cuál es el objetivo de futuro, y de presente, de Ascó? «Apostamos fuerte por el sector primario, por que la agricultura vuelva a desarrollarse. Intentaremos entrar en la Reserva de la Biosfera, con lo cual tendremos un valor añadido al producto agroalimentario», responde.

«El otro gran pilar es el sector servicios, con el turismo. Estamos recuperando todo el patrimonio histórico y cultural del pueblo, dando valor al patrimonio natural y a las actividades que se pueden hacer en torno al río Ebre como el camino de Sirga o en la reserva natural de Sebes», detalla el alcalde de Ascó.

Desde la Asociación Nuclear Ascó-Vandellós II (ANAV), que gestiona las tres plantas, se limitan a comentar que «hemos invertido en equipamientos y personal para que la operación sea segura hoy, mañana y pasado mañana. El resto de cuestiones no nos toca valorarlas a nosotros».

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