Un vecino de la Part Baixa de Tarragona que caminaba por el cruce de las calles Pere Martell y Torres Jordi vio a un hombre con la bicicleta que le habían robado cuatro meses antes. Ocurrió sobre las seis de la tarde del lunes. La víctima hizo indicaciones a una patrulla de la Guàrdia Urbana.
Los agentes se acercaron al hombre que iba en bicicleta. Dijo que no tenía ningún documento y que carecía de permiso de residencia. Cuando le preguntaron por la bicicleta, dijo que se la había dejado un amigo, una afirmación que el denunciante dijo que no era verdad. Y para demostrarlo se acercó a su domicilio, donde cogió la denuncia que había puesto el pasado 18 de octubre –por la sustracción de varios efectos– y se la enseñó a los agentes.
El denunciante también acudió con una llave que servía para sacar la batería de la bicicleta, una circunstancia que pudieron verificar los guardias. Ante ello, detuvieron al hombre que llevaba el vehículo de dos ruedas acusado de un delito de receptación. Se trata de un marroquí de 22 años.
Con posterioridad, el detenido manifestó que la persona que le había dejado la bicicleta vive en la calle Sant Andreu y facilitó su nombre. El vehículo presentaba una serie de daños.