Voluntarios recogen 220 kilos de basura en Bonavista

Una veintena de personas participa en una iniciativa impulsada por Al Camp Residu Zero para limpiar los alrededores del mercadillo dominical de plásticos y residuos

07 octubre 2019 08:10 | Actualizado a 07 octubre 2019 09:48
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«Nadie es demasiado pequeño para tener un impacto y cambiar el mundo. Así que haz todo lo que puedas“. Estas son una de las muchas declaraciones que Greta Thunberg está dejando para el recuerdo.

Thunberg es una activista que empezó marchando y protestando sola en Suecia, su país natal, y que en pocos meses ha conseguido que su voz llegue a todo el mundo inspirando a millones de personas a unirse a su movimiento que reivindica la lucha contra el cambio climático. Este eco revolucionario también ha llegado a la ciudad de Tarragona y es que los alarmantes números y las desesperanzadas estadísticas que reflejan el estado del planeta son reales y afectan a cualquier parte del mundo. El movimiento Fridays for Future también tiene una sede tarraconense y ya son varias las manifestaciones que han acabado frente a las puertas del Ayuntamiento.

Uno de los peores aspectos en la ciudad con una evolución estancada es el reciclaje. En Tarragona se producen una media de 507 kilos de basura por cápita. Esto supone 43 kilos más que hace cinco años. Generando más residuos, también se debería reciclar más, pero no es así. Los tarraconenses no llegamos a un nivel suficiente para crear un equilibrio óptimo que compense toda la basura generada. En el 2013, la ciudad llegó a reciclar el 32,61%. El año pasado, la cifra se mantenía e incluso bajaba alcanzando el 32,52% de reciclaje. De nuevo, cinco años de diferencia en los que no ha cambiado nada.

La media europea, lejos de nuestro resultado, se sitúa en el 47%, un cifra difícil de alcanzar actualmente. La organización Al Camp Residu Zero tiene muy claro que estos números no pueden cambiar sin una mejora de la concienciación ciudadana. «La gran mayoría de la población aún no se da cuenta, o no se quiere dar cuenta, de la gravedad de la situación actual del planeta», declara Édel, una de las responsables de este grupo.

Al Camp Residu Zero es una de las agrupaciones de Tarragona, formada por voluntarios y voluntarias, que trabaja activamente para reactivar la evolución estancada de la ciudad en cuanto a reciclaje. También se encarga de difundir su mensaje e intentar que la ciudadanía comprenda la necesidad de concienciarse. Entre sus iniciativas, se encuentran las recogidas de residuos y de plásticos en puntos verdes de la ciudad. «Aparte de recoger, también intentamos evitar que se vuelva a ensuciar buscando el origen o la causa de esa situación para ponernos en contacto con el Ayuntamiento o con entidades de la zona para que apliquen las medidas correspondientes», declara Édel.

Bonavista, de las más afectadas

Este domingo se realizó una recogida de residuos y plásticos en Bonavista, alrededor del mercado semanal, uno de los puntos más propensos a generar basura. «Las zonas boscosas o los descampados son los sitios donde se pueden encontrar vertederos ilegales», comenta Édel, que añade: «En cambio, en verano los puntos más conflictivos son las playas. Hemos encontrado todo tipo de basura, desde latas, hilos de pescar o cerillas hasta residuos tan sorprendentes como cortinas o paellas».

A las 9 de la mañana, un grupo preparado con guantes, sacos y cubos de basura rompían el movimiento habitual de gente de los domingos en el mercado de Bonavista. La mayoría de las personas que los miraban desde lejos o desde los coches mientras intentaban aparcar, lo hacían con sorpresa o confusión pero sin ninguna voluntad de ayudar ni interés de saber por qué estaban ahí. «Normalmente la gente pasa, y más en este tipo de zonas. Solo quieren buscar el mejor sitio para aparcar e ignoran toda la basura que puedan ver alrededor», comenta Cristina, una vecina de Bonavista que vive de cerca la situación de dejadez de la zona del mercadillo. «Me di cuenta cuando vine a pasear con mi hijo y con mi perro, la suciedad era tal que decidí marcharme y todavía no he podido volver. Todo sigue igual o peor», explica Cristina. Fue entonces cuando Cristina contactó con Al Camp Residu Zero para unirse a su causa y propuso a estos voluntarios y voluntarias actuar en la zona de Bonavista. Una montaña de bolsas de plástico, una gran cantidad de ropa tirada, ladrillos de obra rotos, ruedas de neumáticos o incluso un inodoro, todo esto y más era lo que se podía apreciar con tan solo levantar la mirada.

La vista panorámica desde el descampado usado como aparcamiento del mercado de Bonavista era el de un vertedero improvisado con aspecto de llevar años acumulando basura. «Se necesita que las autoridades pertinentes hagan algo ya pero la solución efectiva pasa por la educación y la concienciación de la gente para que no se vuelva a repetir, sino no sirve de nada», reivindica Cristina. Más de 20 voluntarios y voluntarias llenaron decenas de bolsas con basura de todo tipo llegando hasta los 138,8 kg de residuos y 80,8 kg de plásticos. Al otro lado, el mercado de Bonavista funcionaba con normalidad y ajeno a la labor de este grupo. Rosa, una de las comerciantes del mercadillo, considera que no es un problema que deban solucionar ellos. «Nosotros venimos a trabajar y limpiamos nuestro puesto, más allá del mercado no es nuestra responsabilidad», comentaba Rosa.

Al Camp Residu Zero no son la única organización que lucha para mantener el medio ambiente, también existen una gran variedad de agrupaciones con el mismo objetivo y que también colaboraron en la organización de la recogida de plásticos de Bonavista así como en otras muchas iniciativas. Limpiemos Tarragona, Antipuercos, Excursionistes GATA o Ecologistes en Acció también ayudaron en la planificación de esta actividad y forman parte de la lucha visible y organizada de la ciudad respecto al medio ambiente. Aunque una de las organizaciones más famosas actualmente gracias a su creadora, Greta Thunberg, es Fridays for Future Tarragona, que de la misma forma que se lleva a cabo en diferentes países dónde ha llegado este movimiento, cada viernes se manifiestan para exigir un cambio político, económico y social para ayudar a salvar el planeta.

Diferentes organizaciones con un objetivo común y un mensaje muy claro y también con un futuro muy activo por delante. «Creemos y deseamos que vamos a ser mucha más gente. Colectivamente podemos hacer presión a los gobiernos para que tomen acciones y poder construir una sociedad ecologista mejor», comentan desde Fridays for Future Tarragona, una organización que nació por el convencimiento y compromiso de una estudiante sueca que ha pasado de manifestarse en su ciudad a dar discursos en la ONU que dan la vuelta al mundo. El mejor ejemplo de que las cosas pueden cambiar. «Todo se resume en una pregunta: ¿queremos futuro, sí o no?», concluyen desde la agrupación.

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