Xavier Puig: «El carril bici de Llevant será una realidad este mandato»

No descarta ni prioriza la peatonalización del último tramo de la Rambla ya que asegura que, para peatonalizar, hay que hablar con «todos los agentes»

16 junio 2020 17:30 | Actualizado a 16 junio 2020 17:41
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Xavier Puig Andreu (mayo de 1982) es el responsable del Àrea de Terrritori, que incluye la concejalía de Mobilitat. Puig habla del proyecto de ciudad 30 y de la propuesta de carriles bici que quiere impulsar el Ayuntamiento de Tarragona.

Hace unes semanas podía caminarse por la Rambla Nova, porque se restringió el acceso a los vehículos. ¿Fue una medida excepcional o una prueba piloto?

Fue las dos cosas. Una medida excepcional, porque de forma rápida necesitabas crear espacios para la ciudadanía. Pero a la vez, como nuestra idea política es la de retornar la ciudad a los viandantes, y que los peatones recuperen espacios, son también pruebas piloto de cara a cambios que pueden quedar o que pueden volver cada ‘x’ tiempo.

¿Qué debe pasar para que se quede en algo más?

Tendrá que estudiarse cada uno de los casos ya que hay que conciliar diferentes intereses, lícitos y legítimos. Por ello tiene este carácter de prueba piloto.

¿Cuándo veremos cambios?

A lo largo de este mandato. La crisis del Covid ha acelerado cambios que teníamos previstos y que hemos avanzado. Hemos encontrado un contexto de oportunidad muy bueno porque la propia gente lo reclama. Ahora todo el mundo ha cerrado filas a favor de unas ciudades más amables con el viandante.

Una de las reivindicaciones históricas es la peatonalización de la última coca de la Rambla. ¿Este podría ser un comienzo?

Estamos estudiando esta posibilidad y estamos abiertos, pero no significa que hayamos decidido apostar por esta propuesta. Hace falta hablar con muchos actores para hacer las cosas de forma consensuada.

Estas semanas hemos visto a Ayuntamientos ensanchando aceras y pintando calzadas. ¿Por qué aquí no se ha hecho?

Se han cortado diez u once calles y lo hemos hecho, en algunos cosas a partir de la lógica del viandante, en otros bajo la lógica de la restauración, que sufría el hecho de no poder tener terraza en la situación actual. Entre las actuaciones que se han hecho y los cambios en la Ordenança de la Mobilitat, con el límite de 30 por hora, me atrevo a decir que no lo ha hecho ningún municipio de Catalunya.

¿A partir de cuándo se aplicará?

1 de septiembre. Es la fecha de entrada en vigor de la ordenanza a partir del cual los patinetes y la bicicletas no podrán circular por las aceras, sino que deberán hacerlo por la calzada, y tendrán preferencia sobre los vehículos de motor, que deberán vigilar.

¿Los 30 km/h son una medida en clave medioambiental, para reducir la accidentalidad? ¿Cuál ha sido la motivación principal?

Hay varias motivaciones que la fundamentan. La primera de todas es que reduciendo de 50 a 30 la velocidad, estamos reduciendo por cinco la probabilidad de morir atropellado. Tan solo esto justifica la medida.

Está también la reducción de emisiones contaminantes.

Claro que sí. Es un cambio en la movilidad, porque los abuelos que circulan por las aceras tienen todo el derecho a no sentirse invadidos por las bicicletas y patinetes. Estas deben tener otro espacio de circulación, que es la calzada. Y esto debe permitir un cambio en la circulación a favor de estos medios de transporte. Pero hay una tercera motivación, que es el hecho de favorecer una conducción más serena y tranquila, sin aceleradas ni frenadas que contaminan.

Convivirán en la misma calzada coches, bicicletas y patinetes, cuando estos últimos son más vulnerables. La accidentalidad podría trasladarse aquí.

Cuando miras las ciudades europeas, las calzadas están llenas de bicis, ahora también patines, motos y coches. Es un escenario que queremos. La plenitud de la calle con movilidad sostenible, que convive con la de motor. Y, sobre todo, también con el transporte público.

Barcelona limita el acceso a determinados vehículos, en función de un distintivo ambiental. ¿Se plantea medidas similares en el caso de Tarragona?

Barcelona tiene una problemática diferente ya que el nivel de masificación es monumental. Tarragona es una ciudad dispersa y muy desconectada, lo que hace que las necesidades de movilidad sean imperiosas. Cuando hablamos de cohesión, en buena parte estamos hablando de movilidad. Por ello, entre otras casas haremos el carril bici, porque es una forma de cohesionar.

En los presupuestos había una partida de más de 500.000 euros para el carril bici de Sescelades al Campus Catalunya. ¿Se mantendrá a pesar de que puedan renegociarse las inversiones?

Rotundamente. Por un lado, porque ahora con los patinetes se ha incrementado la demanda. Y, por el otro, porque son medios anticovid y saludables, que como administración deberíamos recomendar su utilización.

¿Cuándo podrían empezar las obras de esta primera fase?

Este año. Si acabaran en 2020 o a principios del año que viene no lo puedo afirmar, pero la instrucción es de máxima prioridad.

¿El proyecto está hecho?

Sí, respecto al proyecto inicial hemos introducido algunos cambios y uno de estos es que no acabe en la Imperial Tarraco, sino que llegue hasta el río.

¿Se incluirá también en la primera fase?

Sí, lo que hemos hecho ha sido estirarla para poder llegar al río. Después sabemos que allí tenemos el problema del puente, pero a efectos prácticos significa que prácticamente estás uniendo Ponent con el centro y el Nord, que es lo que nos interesa.

¿Con el objetivo de poder conectar con la Laboral?

De conectar la Laboral, pero también todos los barrios de Ponent. Pero debemos ser conscientes de que esto toca en otra fase, porque aquí debemos negociar varias administraciones.

Queda Llevant.

Cierto, y para nosotros es muy importante. Llevant es el elemento de negociación que tenemos con el Estado para la recepción de las carreteras. Hay buena sintonía y nos estamos entendiendo para tirar adelante esta recepción.

¿Podría cerrarse este año?

Sí hay predisposición sí, y por nuestra parte la hay.

¿En qué condición es se haría?

Hay un conjunto de infraestructuras que necesitan unas mejoras, que sería Carreteras del Estado quien, como titulares de la vía, las asumiría. Después se haría el traspaso, momento a partir del cual nosotros nos haríamos cargo del mantenimiento. Son inversiones que tienen que ver con mejoras , como una rotonda de acceso a Torreforta, y aquí se incluye el carril bici de Llevant hasta La Móra.

¿El Estado asume la inversión como contraprestación?

Sí, porque el Ayuntamiento se hace cargo del costoso mantenimiento y el Estado, en lugar de pagar una compensación económica como se hacía antes, lo que hace es una compensación en especies.

Mantiene el aspecto de antigua nacional, con dos calzadas por las que ya van las bicicletas. ¿Cómo se hará la transformación?

Hay varias formas, pero si quisiéramos aprovechar la misma calzada, tan solo repintando líneas, eliminando los arcenes y reduciendo la dimensión de los carriles y la velocidad de circulación. Con un carácter más urbano, ya consigues un espacio de convivencia.

Una demanda que los campings hace mucho tiempo que están solicitando.

A nivel de imagen turística, esto también nos posicionaría dentro de un mercado, con un poder adquisitivo elevado con una sensibilidad y un componente cultural y ambiental elevados. Es un turismo que queremos atraer.

¿Para dinamizar la Ciutat Residencial?

Con la Residencial, Tarragona pasa a convertirse en un polo cicloturista muy importante. Mientras que a la gente de la ciudad le estarías diciendo «ei, a la playa se va en bici».

¿Será para este mandato?

Sí, lo veo posible porque al carril bicicleta le imprimiremos toda la urgencia posible.

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