El hallazgo de ejemplar de mochuelo (en catalán mussol) hembra prácticamente moribundo tuvo un final feliz y al cabo de unos días pudo reencontrarse con su prole. Durante su ausencia, fue el macho el encargado de mantener el nido.
La rapaz fue llevaba al Centre de Recuperació de Fauna Salvatge de Vallcalent, en Lleida. Y para sorpresa de los veterinarios que atendieron al mochuelo común, este se recuperó rápidamente en menos de cinco días y casi parecía un milagro, a tenor del estado en que había llegado al centro. Es más, los técnicos determinaron que estaba preparado para ser liberado al medio.
De nuevo, los agentes rurales se trasladaron a la finca de Mas de l’Alemany. La rapaz estaba ocasión dentro de una caja. La soltaron en la misma zona para que pudiera volver al nido. Los agentes determinaron que durante su ausencia, su pareja había estado cuidando de los huevos o polluelos. Y es que esta especie vive en pareja de forma continuada, pasando toda su vida en el territorio de cría, en el mismo nido.
El propio Pau Melià fue el encargado de abrir la caja, en presencia del masovero. El mochuelo común, de apenas del tamaño de un puño de la mano, rápidamente echó a volar en medio de un campo de olivos. Primero se tenía que orientar después del viaje desde Lleida, para seguidamente volver a su casa para continuar con la crianza.
Esta ave (Athene noctua)está muy difundida por toda la mitad sur de Europa y el norte de África, puesto que es típica de ecosistemas mediterráneos con abundancia de olivos. Tiene unos 25 cm de longitud de pico a punta de la cola.
Al ser un ave de hábitos parcialmente diurnos, es muy frecuente observar la característica silueta redondeada del mochuelo sobre tocones, tejados o piedras, incluso durante las horas centrales del día.