'¿Y hay que limpiar el pipi del perro?'

Quedamos a las dos de la tarde en la plaza de Campclar con Aina Calderó y Solangel Brijaldo, dos de los 12 informadores que ha contratado el Ayuntamiento de Tarragona para patrullar la ciudad concienciando a los ciudadanos sobre la tenencia responsable de mascotas en el marco de la campaña Comptem amb tu. 

Lo cierto, no obstante, es que la gente que identifica la campaña la ha bautizado como «la del pipi» porque esa es, efectivamente, la novedad: que se entregarán 10.000 botellas rellenables. La intención es que los dueños no sólo recojan las heces (algo que comprobamos en la misma plaza que muchos ‘olvidan’) sino que lancen agua en el sitio donde orinan los animales.

A lo largo del recorrido hay vecinos que ya han oído hablar de la campaña y otros que no tienen ni idea, «¿Y hay que limpiar el pipi?», les han llegado a preguntar.

Una jovencita pone los ojos como platos cuando le dicen que, a la larga, también será obligatorio limpiar los orines. Y eso que no le explican que, actualmente, la ordenanza municipal que regula la tenencia y venta de animales ya prevé sanciones de 300 euros por no limpiar los excrementos de los perros o llevarlos sin atar.
Paño de lágrimas

La primera dueña que encontramos por el camino se llama Dina y está paseando a Suki, la mascota de su hija. Es nombrarle el tema de las cacas y encenderse. La tónica, comprobaríamos después, se repite: las informadoras cuentan brevemente de qué va la campaña y el resto del tiempo son los dueños quienes acaban convirtiéndolas en su paño de lágrimas para quejarse de los incívicos  que, claro está, siempre son otros.

Dina, por ejemplo, cuenta que  «el otro día una mujer dejó la caca del perro justo debajo de mi ventana y me dijo que para eso ella pagaba impuestos, para que limpiaran...Y se fue tan tranquila».

Manel, a quien vemos recogiendo las heces de su perra Cuca, cuenta que «hace poco una señora me dijo que era el primer hombre que veía recogiendo las cacas.Es terrible».

Y así, cada uno cuenta su historia, aunque, si nos fijamos mejor, la mayoría no lleva todavía ninguna botella ni recipiente parecido para el tema de los orines... La tarea de las informadoras sin duda va a ser ardua.

Ambas también informan de que es obligatorio tener los animales censados (ahora hay registrados 4.459). Todos los dueños dicen que los animales están en el censo, pero la mayoría confunde este trámite, que tiene que hacerse en el ayuntamiento, con el hecho de colocarles el microchip de identificación.

Ya puestos, los dueños siguen con su cantinela. Más allá del repetido «la gente es una guarra» surgen otros temas como «faltan zonas verdes» o «los pipicanes están muy sucios»... Tampoco estaría de más que las informadoras informaran, de rebote, al Ayuntamiento de lo que escuchan.