Aprender en la arena a afrontar una emergencia

Casi un centenar de bañistas, principalmente jóvenes, aprendieron desde prevención a cómo se efectúa un rescate

03 agosto 2019 17:00 | Actualizado a 04 agosto 2019 15:44
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Jordi tiene seis años y ayer fue a la playa de la Arrabassada como muchos días con sus padres. Pero no estaba en la arena, sino muy atento al lado de un muñeco –en realidad es medio– siguiendo las explicaciones de los socorristas sobre cómo se realiza una reanimación cardiopulmonar a una persona a la que se le ha parado el corazón. Era uno de los casi cien participantes en los talleres abiertos al público –de RCP, prevención, material de rescate y protocolo de actuación frente a una emergencia– que ayer se hicieron en dicha playa por parte de técnicos de Creu Roja Tarragona y de la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo (RFESS).

Cada año mueren en España unas 400 personas ahogadas –en el mar, en piscinas o en pantanos–, señalaba al Diari una portavoz de la RFESS. Aquí no se incluyen las personas fallecidas por un ataque al corazón, aunque estén dentro del mar. «La meta es paralizar estas cifras», recalcaba». Y es que, según ella, hay muertes que son fáciles de evitar: un menor tiene que estar siempre acompañado por un adulto, o las personas mayores mejor que acudan a la playa cuando hay socorrista.

Los participantes en la actividad de ayer pasaban por tres talleres. El primero era el de reanimación. Se explicaba lo básico de la técnica de RCP. Y para ello se contaba con cuatro muñecos. Los adulto eran reacios a realizar la reanimación. En cambio, los más pequeños no tenían reparos en comenzar la maniobra bajo las atentas instrucciones de los socorristas. Uno recalcaba que «los padres son más vergonzosos».

Un segundo taller es el de prevención y hábitos saludables. «Si tenéis algún problema, ¿sabéis a qué número tenéis que llamar?, comentaba uno de los socorristas, al 112, «también podéis alertar a algún adulto», añadía. Pero principalmente se daban consejos básicos para acudir a la playa, como venir con gorra, beber mucha agua o embadurnarse con crema solar. Y si se va por las rocas, llevar un calzado atado, no las típicas chanclas.

Los socorristas recalcaban también una pieza muy importante de la prevención: fijarse en el color de la bandera que cada día colocan en el mástil del puesto de socorro, «y en caso de cualquier duda, nos podéis consultar». Y entre los hábitos saludables está el llevar fruta a la playa o evitar las horas de máxima insolación.

Aprender a rescatar

Los asistentes a los talleres salían de la carpa y se acercaban a la orilla. Allí recibían explicaciones sobre cómo se realiza un rescate. Se enseñaban los diferentes tipos de flotadores, desde el aro salvavidas hasta el torpedo de rescate, aquel artilugio que se hizo famoso después de ver a Los vigilantes de la playa. Mientras Hugo Núñez –el responsable de playas de Creu Roja de Tarragona– hacía de improvisado bañista en apuros, su compañera se acercaba a salvarlo mientras explicaba la técnica para hacerlo. «Es lo que me ha gustado más», reconocía Fran, un joven de vacaciones en Tarragona que no dudó en apuntarse vio la carpa.

Estos talleres se han este año por toda España, tanto en playas, piscinas y pantanos. El próximo fin de semana tendrán lugar en Begur (Costa Brava).

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