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Cartapacio en clave de futuro. Así podría definirse la nueva organización interna que el alcalde de Tarragona, Josep Fèlix Ballesteros (PSC), presentará este sábado en sociedad para afrontar el que será su tercer –y último– mandato al frente del Ayuntamiento de Tarragona.
La reducción de 12 a 9 en el número de concejales socialistas tras las elecciones del pasado 24 de mayo, así como la determinación del alcalde en funciones de iniciar el nuevo curso político en solitario y sin materializar –por escrito– ningún pacto estable con ninguna de las otras seis formaciones que estarán en el Saló de Plens (C’s, ERC, PP, CiU, CUP e ICV), obligará a que los responsables del equipo de gobierno socialista asuman más responsabilidades. Ballesteros se rodeará más que nunca de su núcleo duro (formado especialmente por Pau Pérez y Begoña Floria, que son los dos únicos ediles que han estado en el gobierno de Ballesteros desde 2007), mientras que el arquitecto Josep Maria Milà se convertirá en el hombre fuerte del futuro gobierno.
El primero sumará a Serveis Centrals, Economia i Hisenda la cartera de Seguretat Ciutadana, mientras que Floria se perfila para gestionar Comerç, Turisme y Patrimoni, a parte de Cultura, Festes y continuar como portavoz municipal, una responsabilidad de la que se ocupa desde la llegada de Ballesteros a la alcaldía hace ocho años.También podría presidir durante dos años el Consell Comarcal del Tarragonès.
Por su parte, Josep Maria Milà se encargará de toda la parte urbanística de la corporación local–que podría incluir Territori, Llicències, Medi Ambient, Oficina de Projectes, Habitatge y Mobilitat– así como de la esperada ejecución del nuevo POUM, con los planes urbanísticos de Ikea, Vall del Llorito, Quatre Garrofers y Budallera como los principales proyectos de expansión de la ciudad de cara a los próximos años.
Una nueva cartera
Pese a la notable responsabilidad que asumirán estos tres concejales, lo cierto es que –en clave de futuro– será Javier Villamayor el edil que brillará con luz propia, convirtiéndose en la mano derecha de Ballesteros y perfilándose como su sucesor de cara a los comicios que se llevarán a cabo dentro de cuatro años. El actual alcalde ya ha anunciado públicamente en más de una ocasión que esta ha sido la última ocasión que se presentaba, después de hacerlo en 2003, 2007 y 2011 y ser concejal desde el año 1983 (con la excepción del periodo 1999–2003). Por ello, el ascenso de Villamayor puede leerse claramente en clave sucesoria.
Ballesteros creará para Villamayor –que ya ocupó el número ‘3’ de la candidatura socialista en las últimas elecciones municipales– una nueva concejalía, como es la de Tinent d’alcalde de Presidència i Responsable de Projectes Estratègics. Se trataría de una competencia parecida a la que en el pasado tuvo Artur Mas como conseller Primer de Jordi Pujol (CiU) entre los años 2001 y 2003, antes de la retirada del que fuera President entre 1980 y 2003. Actualmente, la Generalitat de Catalunya también cuenta con un conseller de Presidència (Francesc Homs), que a la vez ejerce como portavoz.
También portavoz adjunto
La nueva figura del gabinete socialista es una competencia que, hasta la fecha, nunca se había puesto en marcha en el Ayuntamiento de Tarragona. Ni Josep Maria Recasens (PSC) ni Joan Miquel Nadal (CiU) ni hasta ahora Josep Fèlix Ballesteros (PSC) habían recurrido nunca a tener tan cerca a un concejal de sus plena confianza. Y es que a parte de ejercer como edil de Alcaldia i Presidència, Villamayor pasará también de ser el cuarto teniente de alcalde a ser el segundo (sólo por detrás de Pau Pérez), a la vez que será el portavoz adjunto del grupo municipal socialista, así como su coordinador.
Según las fuentes consultadas por este periódico, el objetivo de la nueva cartera será centrarse en «los proyectos estratégicos que requieren la coordinación entre varias áreas municipales, así como de otras administraciones». Por ello, de entrada tres serán las grandes prioridades que se marcará la nueva responsabilidad «transversal»: la celebración de los Juegos del Mediterráneo de 2017, el proyecto de Smart City y la apertura de la ciudad al mar.
