Botellones semanales en la plaça dels Sedassos de TGN

Los vecinos de  la zona aseguran que las concentraciones de gente no han parado desde verano y la policía no les atiende. Guàrdia Urbana promete «mas incidencia»

31 enero 2022 19:00 | Actualizado a 01 febrero 2022 06:20
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«Antes estábamos resignados a soportar el ruido durante las fiestas, pero este año desde verano tenemos un botellón en la puerta cada fin de semana», se queja Toni Guerra, vecino de la Plaça dels Sedassos. Nos enseña su móvil con las llamadas que hizo a la Guàrdia Urbana en la noche del viernes al sábado; doce en total «y aquí no vino nadie».

Las fotos y vídeos que nos enseña de la plaza muestran la plaza está llena de gente bebiendo. Hay un chico con un altavoz enorme, otro colándose a las gradas del Circ, gente empujando...

El punto de inflexión tuvo lugar la semana anterior, cuando un hombre con una navaja entró a amenazar al dueño de un establecimiento. Éste cuenta que llamó al 112 donde le preguntaron si había heridos. Les dijo que no y le prometieron enviar una patrulla. Mientras, el hombre con la navaja seguía amenazando a los congregados en la plaza. Volvió a llamar a emergencias pero la policía no llegó. «Vienen bebidos, drogados, sin mascarilla... Un día va a acabar mal», se lamenta. El dueño de otro bar, que además es vecino, asiente: «tenemos miedo».

Andreu Ximenis, otro vecino de la plaza se suma a la queja. Desde que se levantó el toque de queda la situación no ha hecho más que empeorar «en esta plaza se escucha incluso si hay alguien simplemente hablando, imagínese con esta cantidad de gente... Ahora estamos en pleno invierno y con las ventanas cerradas, no sabemos lo que pasará cuando llegue el buen tiempo».

Y lamentan que, además del ruido y las peleas, las personas que se concentran en el botellón orinan en la calle de la Palma «que es el lavabo público» o en las propias gradas del Circ donde se cuelan sin problema.

Consultadas al respecto, fuentes de la Guàrdia señalan que «Somos conscientes de las quejas vecinales, por eso actualmente realizamos un dispositivo conjunto con Mossos-GUT para evitar los botellones y molestias que se generan en este espacio, pero es evidente que bares favorecen la concentración de jóvenes a altas horas de la noche... Haremos más incidencia durante las próximas semanas ante el fin de las restricciones que les impedía concentrarse en altas horas».

Los vecinos se quejan no obstante de que, efectivamente, hay un dispositivo policial en la Part Alta, pero no llegan hasta aquí. «Lo que les proponemos es que en vez de colocar el coche patrulla en la calle Portalet lo pongan aquí».

Lamentan que en otras zonas de la ciudad todo el mundo se escandaliza con los botellones y aquí parece no importar a nadie. De hecho explican que cuando se desaloja a la gente de la Plaça de la Font, a pocos metros, muchos terminan aquí.

Los vecinos se marchan

El ruido y la sensación de inseguridad, explican, han venido a agravar la situación de deterioro que vive la plaza y que ha hecho que cada vez menos personas quieran vivir en la zona. Lo dicen mientras muestran las gradas del Circ, que luce una nueva pintada y la baranda rota.

Los vecinos con los que nos reunimos comienzan a hacer recuentos de vecinos escalera por escalera. Muchos mayores han muerto y en esas casas ya no vive nadie; las familias con niños también han marchado. Hay casas ocupadas, tapiadas... «Al final van a conseguir que se convierta en una plaza fantasma» señalan.

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