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La soledad no deseada entre las personas mayores -ese sentimiento subjetivo que incluso se da cuando la persona no vive sola- va en aumento entre los mayores de 65 años en la provincia de Tarragona. En los últimos seis años casi se han doblado el número de personas atendidas en el proyecto ‘Xarxa social per a persones grans: Enred@t’, puesto en marcha por la Cruz Roja en toda la provincia, aunque con un mayor grueso de su incidencia en Tortosa y alrededores.
En el 2016, este programa atendió a 264 personas, con 1.690 intervenciones. Al cierre de este 2022, las personas mayores de 65 años atendidas se habían disparado hasta las 483, con 2.235 intervenciones. El proyecto nació en 2016 después de ver que «muchas personas mayores sufrían soledad no deseada, sobre todo en entornos rurales», explica Cinta Colomé, técnica del departamento de personas mayores de Cruz Roja Tarragona.
Esta coordinado por esta entidad, aunque se ejecuta de manera comunitaria al contar con la participación de los Servicios Sociales y de Salut. «Si ellos detectan algún caso nos lo pasan. Otros también vienen derivados de la población o, incluso, del propio interesado», comenta Colomé.
Una vez detectado el caso, desde Cruz Roja se hace una valoración social de la persona. A partir de aquí se le ofrecen una serie de actividades grupales, desde emocionales, hasta otras más técnicas como mejorar las capacitaciones tecnológicas de la persona para que pueda realizar algo tan sencillo como una videollamada a través de un teléfono móvil o una tablet. «Todo lo que sea salir de casa y hacer cosas es importante, incluso actividades lúdicas como por ejemplo el baile», añade esta técnica de Cruz Roja Tarragona.
Cinta Colomé cree que una de las claves de este crecimiento de las atenciones podría deberse a que «a la gente mayor no le da tanto miedo reconocer que se siente sola. Además, llevan años viendo lo que hacemos y el boca oreja ha funcionado muy bien».
Los resultados, después de participar en las actividades que ofrece este programa, son espectaculares. «Se nota mucho una mejoría en la persona. Su cara lo dice todo. La autoimagen de los usuarios mejora muchísimo y ellos mismos lo reconocen», comenta la técnica del departamento de personas mayores de Cruz Roja en la provincia.
De las 483 personas atendidas el año pasado la gran mayoría fueron mujeres. «¿El motivo? Creo que a los hombres les da más reparo reconocer que se sienten solos», sentencia Cinta Colomé.
Consecuencias psicológicas
La soledad no deseada tiene consecuencias psicológicas en las personas mayores, tal y como explica Maria Lluïsa Lozano, coordinadora del grupo de trabajo de Psicología del Envejecimiento del Col·legi Oficial de Psicologia de Catalunya. Para esta experta, estos efectos psicológicos irían desde posibles «depresiones, empeoramiento de la salud física, hasta un deterioro cognitivo».
Para evitar que esta soledad no deseada acabe minando el aspecto psicológico de estas personas mayores, Lozano considera clave «prevenir y contar con una red de recursos públicos para detectar el problema». En cuanto a la prevención, esta psicóloga incide en que «normalmente vivimos de espaldas a prepararnos para nuestra vejez. Vamos tirando y no cuidamos nuestras relaciones, hasta que llega el momento en que nos falta nuestra pareja o nos empieza a fallar nuestra salud y no te has preparado una red apoyo, por lo que te sientes solo».
Maria Lluïsa Lozano achaca el incremento de las personas que sufren soledad no deseada a dos motivos. «Por un lado, es cierto que la pandemia ha hecho aumentar los efectos de este tipo de soledad, por el impedimento de seguir con la rutina por parte de estas personas mayores, como por ejemplo salir al casal o relacionarse», comenta esta miembro del Col·legi Oficial de Psicologia de Catalunya, quien añade que «también influye que se ha hecho mucha publicidad de los recursos a los que poder acudir, por lo que han aumentado sus solicitudes. Esto es bueno porque significa que hay más gente que se activa y reconoce esta soledad no deseada y le busca una solución».
