Cultura, belleza y deporte, el ideal romano, base de Tarraco Viva 2018

Las próximas jornadas de reconstrucción histórica harán una referencia a los Juegos del Mediterráneo 2018

28 mayo 2017 19:33 | Actualizado a 28 noviembre 2017 13:46
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Tarraco Viva 2018 hará referencia a los Juegos del Mediterráneo –a disputar en junio del próximo años en Tarragona– pero no de manera monotemática. La próxima edición de las jornadas de reconstrucción histórica se dedicarán a la cultura, la belleza y el deporte, el ideal del mundo romano. Así lo ha asegurado este domingo Magí Seritjol, una vez clausurada la edición de este año en el Palau Firal i de Congressos. Los juegos «no eran como ahora, una competición atlética, sino un ideal humano, de perfección, que va ligado a todo un componente ideológico que abarcaba la cultura». 

El próximo año, las jornadas seguirán teniendo como referencia la relación entre Roma y Grecia. Seritjol dijo que no se sabe todavía si habrá un personaje central –este año ha sido Adriano–, «quizás un personaje femenino». Y es que en la mente del director está dar más protagonismo a las mujeres de la antigüedad –y en un futuro a los esclavos–.

Sobre la edición de este año, Seritjol comparte valoración con la concejal de Patrimoni, Begoña Floria. Ambos destacaron que principalmente este fin de semana se agotaron las entradas para casi todos los espectáculos. «No es un festival de actos masivos, de colas, aunque también se han originado», aseguraba la concejal, quien apuesta por mantener los mismos días de festival.

«No es un festival de actos masivos, de colas, aunque también se han originado»

Magí Seritjol recordaba que todos los actos se han realizado, y que ha venido mucha gente de España y del sur de Francia. Por ello, entre los retos para próximas ediciones está el poder realizar representaciones en francés e inglés, para captar a un nuevo público. También se refirió a que entre los asistentes a la clausura estaba el director general de Patrimoni Cultural de la Generalitat, quien le ha prometido ayuda para próximas ediciones «ya que es un modelo aplicable a todo el país».  

La clausura

Una recreación histórica sobre el gran Fòrum Provincial de Tàrraco sirvió para clausurar las jornadas de este año, un acto conducido por el propio director del festival, Magí Seritjol, y por Joaquín Ruiz de Arbulo, catedrático de Arqueologia Departament d’Història i Història de l’Art de la Universitat Rovira i Virgili. Toda una clase magistral de historia, teatralizada alrededor de este monumento  situado en la loma de la ciudad, donde se levantó el que posiblemente es el edificio más grande jamás construido en la península.

 

Más de 115.000 metros cuadrados de superficie hacía el complejo. «Tiraron la casa por la ventana», comentó el profesor universitario.  Además del Fòrum estaba una plaza –la más grande del mundo romano– y también el circo. Para acompañar los comentarios sobre la trascendencia que tuvo el Fòrum Provincial, se escenificaron diferentes escenas, como la llegada del emperador o del alcalde, acompañado por el séquito, entre ellas las siete familias más ricas y que hacían de concejales del Ayuntamiento de la ciudad. Dichas representaciones fueron a cargo de cuatro grupos locales de representación histórica: Projecte Phoenix, Nemesis ARQ, Thaleia Grup de Reconstrucció Històrica de Tarragona, y Ludi Scaenici. 

Pero si había un Fòrum en el centro de la ciudad –en la zona de la calle Lleida–, ¿por qué construyó otro donde actualmente está la Catedral?, se preguntó Seritjol. «Porque no cabían», respondió Ruiz de Arbulo.

El Fòrum Provincial de Tàrraco es donde se recibía al gobernador, una persona de confianza del círculo imperial y que tenía que ser muy rico. Además, era el juez del Tribunal Supremo de la provincia, el que acudía a las diferentes ciudades a impartir justicia en casos importantes. 

Tàrraco acogía también una reunión de delegados de las ciudades para elegir al gran sacerdote. Más de 900 delegados procedentes de 300 ciudades pasaban unos días en Tarraco para escoger al flamen, un sacerdote romano –que formaba parte del colegio de los flamines– del culto al emperador.
El postre de la representación histórica fue la flamante llegada del emperador Adriano –al que este año se dedica Tarraco Viva– , un escritor, poeta, constructor, militar y gobernante fascinado por la cultura griega –como lo demuestra su barba, algo impensable en la mente romana–. Viajó muchas veces a Grecia, donde hoy todavía se conserva parte de su legado.

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