Detección precoz frente al cáncer de mama

Sociedad. Según la Lliga contra el Càncer, durante este 2019 se diagnosticarán unos 550 casos nuevos en la demarcación

19 octubre 2019 07:20 | Actualizado a 19 octubre 2019 07:41
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El diagnóstico precoz y las mejoras terapéuticas son las armas infalibles para luchar contra el cáncer de mama. Hoy se conmemora el día mundial de la enfermedad, una fecha señalada con un mensaje clave: cuanto antes se detecta, más probabilidad existe de curación. Desde la Lliga Contra el Càncer de les Comarques de Tarragona i Terres de l’Ebre recuerdan que el cáncer de mama es el más diagnosticado entre las mujeres de la provincia de Tarragona. «Uno de cada tres nuevos casos de cáncer en las mujeres son cánceres de mama», señalan desde la organización y estiman que «durante este 2019 se diagnosticarán unos 550 casos nuevos en la demarcación». La cifra superará las 4.500 personas en Catalunya. Aunque los datos en números absolutos van aumentando año tras año, a nivel de tasa ajustada a la población mundial, desde hace unos años ha empezado a estabilizarse.

A pesar de que la mortalidad por este tipo de cáncer ha ido disminuyendo de manera constante durante los últimos años, se prevé que durante este 2019 se produzcan un centenar de muertes por esta causa entre las mujeres de la demarcación.

Contrariamente a este dato, gracias al diagnóstico precoz de la enfermedad y a las mejoras terapéuticas, la supervivencia independientemente del estadio de la enfermedad en el momento del diagnóstico, ha aumentado considerablemente en el último período estudiado (2005-2009), superando el 87% a los cinco años del diagnóstico.

Y todavía hay más datos para la esperanza. En las comarcas tarraconenses hay actualmente unas 7.200 mujeres vivas que, en algún momento de su vida, han padecido este cáncer.

Apoyo

El testimonio de Lidia Pascual, delegada de la Lliga en Tarragona, es un ejemplo a seguir. Su vinculación con la Lliga contra el Càncer de les Comarques de Tarragona i Terres de l’Ebre se remonta a 1998. «En ese momento era yo quien necesitaba la ayuda de la entidad porque me operaron y necesitaba compañeras que me pudiesen entender», explica y confiesa que «encontré mucho apoyo y desde entonces sigo vinculada a la entidad como voluntaria para ayudar a otras personas».

Ahora, Lídia Pascual visita en el hospital a pacientes operadas. «Además de explicarles mi experiencia personal, las escucho. En estas circunstancias las personas necesitan hablar para tener esperanza», asegura. Como voluntaria siente «satisfacción». «Cuando una paciente está preocupada le consigues arrancar una sonrisa cuando hablas con ella», explica Lídia Pascual. Desde hace 21 años que la delegada de la Lliga en Tarragona está operada. «Cuando otras pacientes me conocen en el hospital, les reconforta saber los años que llevo operada y les doy ánimos para seguir adelante», asegura.

Factores de riesgo

Los factores de riesgo más importantes asociados al cáncer de mama son: la edad de la mujer (a más edad más riesgo), antecedentes familiares, no haber tenido hijos o haberlos tenido en una edad avanzada, la edad de inicio de la menstruación, la edad de la menopausia, etc. «Esto hace que, hoy por hoy, no sea posible prevenir su aparición pero sí, en cambio, se pueden aplicar estrategias para detectarlo en estadios muy iniciales, cuando es muy pequeño y todavía no da ningún tipo de sintomatología, para interrumpir la evolución natural de la enfermedad», explican desde la Lliga.

En 1998 el Departament de Salut inició el Programa de Detección Precoz del Cáncer de Mama en la demarcación, coordinado por la FUNCA. La prueba de detección utilizada es la mamografía, que se ofrece a todas las mujeres entre los 50 y los 69 años con una periodicidad de 2 años. Desde entonces, se han realizado ya 9 rondas de citación completas en la población diana de la provincia. En la última ronda la participación fue del 67%, se detectaron 4,7 cánceres por cada 1.000 mujeres participantes y a un 90% se le pudo realizar una cirugía conservadora, es decir, evitando la extirpación de toda la mama. Desde su inicio, se han diagnosticado más de 2.150 cánceres de mama mediante el programa.

Amor por la vida

Cecília Bofarull (Tarragona, 1976) clama en su libro Me quiero vivir coraje y esperanza. Se trata de una crónica en la que explora, a través de la imagen y la palabra, su convivencia con la enfermedad. Además, la recaudación de la venta del libro se destina íntegramente a la investigación del cáncer a través de la fundación FERO. «Haciendo pruebas con acuarelas pinté una mancha que me recordó al cáncer y a un aborto que había tenido», explica la autora. Esta mancha fue el principio de muchas otras (que ha compartido en las redes sociales) y a través de las cuales fue ilustrando diferentes momentos de su vida. Hasta que la editorial Acantilado le propuso agruparlas en un diario. «El libro son mis sentimientos y mis emociones escritas y que ya había compartido en las redes sociales», asegura Cecília y recuerda que «las manchas sin el texto y viceversa, no tienen sentido».

«He descubierto algo importante…. Tengo ansias de vivir, por el miedo a no tener tiempo suficiente para hacer todo lo que quiero vivir, miedo a que esto termine demasiado pronto», escribe Cecília. Además, asegura que también «dedico una carta al cáncer para darle las gracias por todo lo que he aprendido. Necesito escribir y pintar porque es mi manera de expresarme».

Como señala el oncólogo Josep Baselga en el prólogo del libro, «es por Cecília y por mujeres como ella por lo que investigamos y por lo que todos nosotros deberíamos luchar. Su fuerza, valentía, carácter, optimismo y amor por la vida son una gran lección para todos».

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