Dos gatos solos en un piso de La Canonja tras ser trasladada su dueña a una residencia

Desde hace dos meses una vecina los alimenta a través del balcón. El Ayuntamiento espera una autorización judicial para entrar a buscarlos

26 noviembre 2021 18:20 | Actualizado a 27 noviembre 2021 07:10
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Una mujer de La Canonja lleva más de dos meses alimentado a los dos gatos de su vecina a través del balcón. Los animales llevan solos, encerrados en el piso, desde que su dueña fue trasladada a una residencia.

Unas semanas atrás la Guàrdia Urbana de La Canonja accedió a la vivienda pero no encontró a los animales y. según explica la mujer, al marcharse cerraron el balcón.

Pese a que se supone que no había animales en el piso, la mujer seguía escuchándolos dentro hasta que, tras días sin beber ni comer el balcón se abrió solo debido al temporal y los animales podieron salir a alimentarse de nuevo de balcón a balcón.

La mujer, sin saber qué hacer ni donde acudir pidió ayuda a la asociación de Tarragona La caseta dels gats. Desde la asociación explican que al acudir al ayuntamiento les explicaron que avisarían a Servicios Sociales para poder acceder al domicilio porque se necesitaba que la dueña firmara un permiso. algo que al final no sucedió porque la señora no se encontraba en condiciones de firmar.

También les habían ofrecido que, una segunda opción, era que la brigada muncipal podría subir al balcón con un elevador, pero al final lo desestimaron. «Estos elevadores se han utilizado para colocar las luces de Navidad en el mismo balcón donde paradójicamente están los gatos», se lamentan desde la entidad donde hacen un llamamiento a posibles familiares y a las administraciones que correspona «¿Os imagináis cómo debe estar por dentro la donde han estado cerrados estos animales durante meses?», se preguntan.

A la espera de autorización

Consultados al respecto, desde el Ayuntamiento de la Canonja explican que el consistorio «ha actuado en todo momento de forma diligente, buscando siempre el bien de la señora que vivía en malas condiciones, con síndrome de Diógenes y sin ningún familiar para poder hacerse cargo. Desde Servicios sociales municipales y comarcales se decide ingresarla en una residencia que costea el propio Ayuntamiento y el Consell Comarcal».

En lo que se refiere a los gatos, señalan que «la Guardia Municipal, argumentando el motivo para acceder a la vivienda, consiguió un orden judicial para poder entrar y no encontró ninguna señal que allí habitaran animales. De hecho, el ayuntamiento no tiene registrada ninguna queja más al respeto».

Señalan, no obstante que debido a la insistencia, esta última semana, de la vecina en cuestión y una asociación animalista reiterando la presencia de los animales a la vivienda, la Guardia Municipal ha solicitado de nuevo la autorización judicial correspondiente para volver a entrar al domicilio, verificar si hay animales o no, y colocar unas jaulas, puestas por la empresa l’Ultima Llar, y poder capturarlos.

La asociación los reclama

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