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Uno de los dos móviles robados en una vivienda de Tarragona, el pasado año, ha permitido indetificar y localizar a los integrantes de una banda de ladrones especialistas en robar camiones en áreas de servicio.
La operación comenzó por la sustracción de dos teléfonos móviles en Tarragona. Uno de ellos se activó días más tarde en Castellón y permitió abrir una pista de lo que se intuía una red de robos a gran escala. El segundo se encendió en Madrid y Mossos d'Esquadra y Policía Nacional pudieron hacer una primera conexión. Intervinieron unas comunicaciones y las ocnversaciones destaparon que los móviles robados eran usados por peristas de alto nivel.
La red dedicada a robar camiones y a vender lo sustraído que ha sido desarticulada por la Policía Nacional y los Mossos d'Esquadra había sustraído artículos por valor de un millón de euros, muchos de ellos de lujo, como pantalones de 2.000 euros o botellas de vino de las más exclusivas del mercado.
La Policía Nacional ha informado este miércoles de la detención de 19 personas que integraban una rede de ladrones y peristas a la que se atribuyen 16 asaltos a camiones cargados con productos "gourmet" y electrodomésticos en varias provincias españolas.
La investigación, que continúa abierta, ha permitido esclarecer 16 asaltos a camiones en Albacete, Motilla del Palancar (Cuenca), Seseña (Toledo), Cabanillas del Campo (Guadalajara), Tarragona y Corral de Almaguer (Toledo).
Dos de los agentes de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Madrid han detallado cómo actuaba esta red, perfectamente estructurada y especializada en robar camiones y luego "colocar" los artículos entre peristas que se encargaban de venderlo en el mercado negro.
Los 19 detenidos son todos españoles salvo dos rumanos, uno de éstos jefe del grupo de peristas especializado en vender lo robado, que es de los más activos del país. Entre todos tienen más de cien antecedentes.
Productos de alimentación gourmet, algunos destinados a cestas de Navidad, botellas de vino de las más caras del mercado, zapatillas de deporte o electrodomésticos de alta gama eran sus productos preferidos, así como ropa de lujosas marcas, por ejemplo pantalones de 1.000 y 2.000 euros.
Actuaban normalmente en áreas de servicio que vigilaban previamente y aprovechaban que los conductores no estaban en el camión o estaban en el mismo pero durmiendo.
A veces rajaban las lonas para sacar la mercancía y otras se llevaban el remolque completo, o incluso el camión entero. "No eran especialmente violentos, aunque no dudaban en hacer maniobras para intimidar a los camioneros si les sorprendían, y evitar que llamasen a la Policía", ha explicado uno de los investigadores.
Los especialistas han incidido en que "funcionaban como una empresa legal, que tiene sus directivos, y las personas que se encargaban de los robos con fuerza solo hacían eso, luego estaban los receptadores de primer nivel, que recogían toda la mercancía y la pasaban a peristas de un nivel inferior".
La causa la instruye el Juzgado de Instrucción 6 de Tarragona.
