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    El 38% de tarraconenses no llegan ni a mileuristas

    Casi cuatro de cada diez trabajadores cobran el SMI o menos. La recuperación tras la Covid agranda la brecha salarial. Ellas ganan 5.221 euros menos al año que ellos en la provincia

    22 noviembre 2022 20:55 | Actualizado a 23 noviembre 2022 18:00
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    El 38% de los trabajadores tarraconenses ingresan cada mes menos de mil euros. Sus sueldos están anclados al salario mínimo interprofesional (SMI) o bien tienen un contrato a tiempo parcial y no pueden realizar las horas suficientes para disponer de una nómina que a final de mes alcance los cuatro dígitos.

    Lo cierto es que casi 138.000 empleados tarraconenses del total de 360.000 asalariados se quedan por debajo de ese umbral, lo que les coloca en una delicada tesitura a la hora de afrontar la inflación y todas sus incertidumbres derivadas. Así lo constatan las últimas estadísticas publicadas por la Agencia Tributaria, relativas a 2021, que permiten calibrar en qué estado llegaron los salarios a la actual crisis de precios.

    Cada vez hay más gente en el estrato salarial más bajo. En 2021, con un salario mínimo de 965 euros, el 38% de tarraconenses con empleo declararon esa ganancia o menos. Una década antes, en 2010, y con un SMI de 633 euros, la proporción era sensiblemente inferior y se situaba en el 31,2%.

    Ellos tienen los sueldos más altos

    El análisis de estos datos recién publicados en clave provincial arroja dos conclusiones más. La brecha salarial entre hombres y mujeres se ha ampliado en el transcurso de la pandemia y el sueldo medio creció el año pasado, como respuesta a una altísima inflación que se prolonga también en este 2022. Los hombres cobraron de media 5.221 euros más que las mujeres al cabo del año en 2021, por los 5.095 euros de brecha que había en 2020. En la franja de más rentas, la que va más allá de 10 veces el SMI, el 87,5% de los asalariados son hombres.

    Unos 138.000 asalariados percibieron en 2021 unos ingresos medios que no llegaron a los mil euros

    En el otro extremo, las mujeres copan el 54% de la escala de sueldos más reducida, la que se queda a la mitad del SMI en cuanto a ingresos. El sueldo medio se situó en Tarragona en los 21.387 euros, firmando un aumento del 5% respecto a 2020 (20.352). Bien es verdad que se trata de uno de los incrementos más notorios de los últimos años, consecuencia de las revisiones para luchar contra un IPC desbocado, aunque también hay que tener en cuenta que se venía del impacto en los sueldos que la pandemia provocó en 2020.

    La edad es otro factor diferencial muy evidente. Los trabajadores jóvenes (los menores de 35 años) tienen un salario medio inferior mientras que los mayores de 35 ganan, en general, por encima del promedio provincial.

    Los datos también muestran la pérdida del poder adquisitivo. Ese 5% de aumento generalizado en 2021 no alcanzó el 7% de crecimiento de la inflación con la que acabó 2021, previo a una escalada que este año ha sido mucho más abultada y se ha disparado al 11% en algunos meses.

    El 87% de los salarios más elevados son de hombres

    Otra estadística permite ver por dónde van los tiros en este 2022. Los sueldos, aunque únicamente los que están bajo convenio, crecieron en Tarragona hasta el mes de octubre un 1,78%, según el Ministerio de Trabajo.

    Menos capacidad de compra

    En ese mismo mes, la inflación se situó en un 7,1%, cuatro veces más, según el INE, y eso que ese IPC se ha logrado reducir ligeramente desde el verano. Antoni Cunyat, profesor colaborador de los estudios de Economía y Empresa en la UOC, explica que «aunque hubo un incremento en 2021 veníamos de una gran crisis en 2020, una moderación forzosa de salarios, por lo que el aumento del año pasado no es sintomático». Por mucho que suban los sueldos, Cunyat mantiene que se produce una pérdida de capacidad adquisitiva, que se arrastra desde hace años, más allá de la pandemia. «Tenemos que diferenciar entre el salario nominal, que es lo que ingresas, y el real, la capacidad de compra de bienes y servicios. Durante los últimos años ha habido una reducción del salario real de los trabajadores, un deterioro», indica Cunyat. Entre los factores que lo provocan, señala «el poder negociador de las empresas, el sistema de negociación colectiva, las tasas de paro o el problema grave que tenemos como país en cuanto a una productividad que está estancada. Todos esos factores hacen que se pierda capacidad de compra».

    «En los últimos años ha habido un deterioro de los salarios y de la capacidad de compra», sostiene Antoni Cunyat, profesor de Economía en la UOC

    En la ecuación también figuran las últimas subidas del SMI. «Es algo que beneficia a un determinado sector de trabajadores menos cualificados, aunque no hay un consenso claro sobre los efectos generales. Puede haber un efecto de destrucción de ocupación por los costes que debe asumir la empresa pero no hay consenso», dice Cunyat.

    Desigualdad creciente

    Para este experto, la solución no es acompasar los salarios al IPC. «Si los sueldos crecen al mismo nivel que la inflación, podíamos empezar la temida espiral de precios, porque aumentan los costes laborales. Lo ideal es el famoso pacto de rentas, cuya filosofía es repartir entre todos los agentes sociales ese coste. Es decir, se suben menos los salarios pero las empresas también sacrifican una parte de sus beneficios», indica.

    El balance de la Agencia Tributaria muestra cómo se está acentuando la desigualdad entre clases. Los sueldos de seis de cada diez españoles aumentaron por debajo del 1%, mientras que entre los más ricos las alzas salariales rondaron el 2%. «Uno de los efectos de la inflación es que no afecta a todos los colectivos por igual, sino a aquellos que tienen menos nivel de renta. Por eso asistimos a un desequilibrio y veremos una mayor desigualdad», concluye el profesor de la UOC.

    La jubilación media supera en 417 euros el sueldo de un joven

    La pensión media de los jubilados en Tarragona es 417 euros superior a lo que cobran los jóvenes por su trabajo. La paga media del colectivo de pensionistas alcanzó en octubre en la provincia los 1.212 euros, según los últimos datos disponibles de la Seguridad Social. En el otro lado, la estadística de la Agencia Tributaria expone que los jóvenes de hasta 35 años ingresaron en Tarragona una media de 9.543 euros al año, lo que dividido por 12 pagas hace un total de 795 euros al mes. Es una cifra que ni por asomo se acerca al salario mínimo interprofesional y que se queda lejos de la pensión media.

    A pesar de que los jubilados también puedan perder poder adquisitivo por la inflación, como ya sucedió en la anterior crisis, la pensión puede erigirse en un salvavidas para las familias frente a la precariedad del mercado laboral, que afecta especialmente a los más jóvenes.

    El Gobierno prevé que las pensiones suban en torno al 8,5% en 2023.

    Los trabajadores de entidades financieras y en aseguradoras son los que más cobran

    Los empleados de entidades financieras y aseguradoras son los que más cobran en Tarragona. El sueldo medio en ese ámbito se eleva a 39.687 euros, prácticamente el doble que la media (21.387), según el balance de 2021 de la Agencia Tributaria.

    La segunda posición, ya a una cierta distancia, es para la industria (29.106), que queda ligeramente por delante del área de la información y las comunicaciones y de la llamada industria extractiva, un campo que incluye también las actividades en productos tan estratégicos como la energía y el agua.

    Eso sí, los salarios en la banca y los seguros han descendido en los últimos años, una época marcada por la intensísima –y aún inconclusa– reestructuración del mercado financiero y el cierre de sucursales. En 2019 se situaban en 39.742 euros. En 2021 había 5.600 asalariados en ese sector y en 2015 eran 6.328.

    Mientras, las remuneraciones en los ámbitos industriales sí han ido creciendo paulatinamente.

    El sector primario, a la cola

    En el otro extremo, como sectores peor parados, aparecen los servicios personales y de ocio, con un sueldo medio de 10.051 euros al año, solo por detrás de otra actividad con baja remuneración, la agricultura, ganadería, silvicultura y pesca.

    Quien trabaja en esos puestos vinculados al sector primario percibe una media de 12.463 euros anuales, una cuarta parte de lo que ingresan aquellos privilegiados del estrato salarial más elevado. Eso sí, agricultores y ganaderos sí han experimentado una cierta subida en relación a 2019, antes de la pandemia. Entonces el dato medio era 11.772 euros.

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