Después de más de ocho años de excavaciones arqueológicas, desviaciones de servicios y obras de reforma del edificio modernista inaugurado en 1915, finalmente el Ayuntamiento de Tarragona espera que el nuevo Mercat Central pueda entrar en funcionamiento por Santa Tecla, ya que a día de hoy las actuaciones de remodelación se han ejecutado en un 85% y el acuerdo con los paradistas es «inminente».
«Sinceramente, no me imaginaba que los vendedores estarían tanto tiempo en la carpa provisional. El primer error fue trasladarlos tan pronto, ya que en 2007 aún no se habían realizado las excavaciones arqueológicas y no había ni proyecto ejecutivo», asegura el alcalde Josep Fèlix Ballesteros, quien remarca que «de los ocho años, cuatro son imputables a la falta de previsión del anterior equipo de gobierno (CiU y PP)».
El máximo representante municipal quiere ser positivo «ya que ahora ya se ve la luz al final del túnel», por lo que «debe mirarse hacia adelante».
Ballesteros destaca que la instalación situada en la Plaça Corsini «será uno de los mejores mercados de Catalunya», una circunstancia que considera que «debe aprovecharse para cambiar de chip y dinamizar el corazón comercial de la ciudad».
El alcalde tarraconense destaca que, durante los últimos meses, la relación con los paradistas de la carpa provisional «ha mejorado muchísimo, como la noche y el día», una circunstancia que el socialista achaca a la «buena disposición» de la nueva presidenta de la Associació de Venedors, Maria Virgili, que hace meses sutituyó en el cargo a Albert Ribot, quien mantuvo un agrio enfrentamiento con el gobierno municipal.