El parking del Miracle «no se toca»

Deportistas, gente mayor tomando el sol, comparsas de carnaval ensayando, gente paseando y jóvenes haciendo tricking –que son volteretas– en la arena, entre otros, es lo que se encuentra uno un domingo cualquiera si acude a la plataforma de la playa del Miracle. Y quién mejor que ellos, los usuarios del día a día de esta zona de la ciudad, para dar una opinión sobre el futuro de la estructura, partiendo de la base, claro, de que el gobierno ya pactó con ECP una partida en los presupuestos municipales para derribarla.

El debate se centra ahora en qué se hará en ese espacio una vez desaparezca el mamotreto que, tras costar su construcción 8,4 millones de euros en el 2001, lleva nueve años cerrado. En este sentido, el colectivo ambientalista SOS Costa Daurada pide la renaturalización de todo el espacio y convertirlo en una gran zona verde, una idea que el consistorio ve con buenos ojos.

No obstante, aquellos que acuden a la plataforma en su tiempo libre tienen opiniones dispares, pese a que todos coinciden en una cosa: como quiten el parking, caerá en picado la afluencia de gente a ese punto de la ciudad. Olga Romeu y Manuel Prytz, vecinos de Tarragona, se encontraban ayer sentados bajo el mamotreto, justo delante del paseo, tomando el sol.

«Es una pena que ahora lo tiren al suelo porque con el dinero que destinaron a construir esto ahora podrían acondicionarlo para darle una salida a todo el espacio que hay arriba», comentaba Romeu, que añadía que «me gustaría que hicieran un gran parque para disfrutarlo tanto la gente mayor, como los jóvenes y los más pequeños, que habría sitio para todos». A todo esto, Prytz señalaba que «si desaparece el parking no hace falta que hagan nada, porque andando poca gente va a venir, no quedaría ningún sitio cercano para aparcar».

En esta misma línea, Jordi Estela y Àngels Vilches, que también tomaban el sol en frente del paseo, defendían que «lo tendrían que tirar al suelo y que esto quedara en un entorno más natural pero, eso sí, que dejaran al menos un espacio para aparcar, pues solo hay que ver que esta completamente lleno, es decir, que mucha gente de la que viene lo hace en coche», y añadían que «queda muy feo que aquí, justo delante de la playa, haya esto tan artificial».

Por su parte, a un grupo de cuatro chicos que hacían tricking, saltando desde el paseo a la arena de la playa haciendo volteretas, les gustaría «que lo mantuvieran y crearan arriba un parque de parkour para que nosotros pudiéramos practicar este deporte, y además hay espacio para hacer muchas cosas».

Finalmente, Manuel Benítez lamentaba que lo vayan a tirar con el dinero que costó. «Lo suyo seria que lo reformaran y lo aprovecharan para montar algo arriba», señalaba.