El turismo salva las rebajas de verano de la elevada inflación

Los precios disparados de todo tipo de productos y servicios a causa de la inflación, que ha llegado al 10,2% este mes de julio –la mayor cifra en 37 años– está empezando a mostrar sus efectos. La importante reducción del poder adquisitivo ha hecho que muchas familias hayan dejado de lado los caprichos o las adquisiciones prescindibles para reservar su dinero para pagar las necesidades más básicas. Un drástico cambio de hábito que habría podido afectar mucho al comercio en la campaña de rebajas de verano, que se ha salvado del naufragio gracias a los turistas que van llegando a la provincia del resto de Europa.

Toni Renom, gerente adjunto del Centre Comercial Parc Central de Tarragona reconoce que la inflación está afectando al bolsillo de los consumidores, pero señala que «podremos ver los efectos reales a partir de septiembre, cuando el cliente sea el de Tarragona». «Ahora vivimos mucho del turismo, y después de dos años sin vacaciones la gente tiene ganas de salir y pasarlo bien, y seguramente será pasado el verano cuando volvamos a la realidad y las familias empiecen a redistribuir sus gastos», añade Renom. Así, en líneas generales, celebra que «la campaña de rebajas está yendo bien, no tanto como antes de la pandemia pero todavía no estamos con las alarmas encendidas. Estaremos a la expectativa de lo que pueda pasar».

Quien también asegura que los comercios están vendiendo en rebajas gracias al turismo extranjero es Salva Rodríguez, del Centre d’Iniciatives i Turisme (CIT) del Vendrell. «Pienso que notaremos los efectos de la inflación y del poco poder adquisitivo a partir de septiembre, pues durante el verano los turistas cubrirán la carencia que ya empieza a suponer el cliente local», sostiene Rodríguez, que añade que «estamos viviendo un tipo de falsa realidad». En comparación con los años anteriores, defiende que la actual campaña esta siendo mejor que la de 2020 y 2021, pero facturando menos que la de 2019.

En esta misma línea, Jordi Masip, de la Xarxa del Port de Cambrils, también celebra que el turismo mantenga las ventas durante estos días, pero compara la campaña con la del año pasado, cuando hubo menos turistas pero el cliente habitual tenía más poder adquisitivo que ahora. Por otro lado, lamenta que «la inflación influirá realmente en nuestra facturación a partir de septiembre, cuando habrá una importante subida de precios en el sector textil y de calzado con la vuelta al colegio». «Realmente estamos esperando una época dura», añadía el cambrilense.

Con todo, sobre la actual campaña de verano explica también que la llegada anticipada de las bajas temperaturas obligó a los consumidores a comprar antes la ropa veraniega, con lo que ya no había prácticamente stock al inicio de las rebajas y por ello «han sido unas semanas bastante más tranquilas que otros años».

Sobre esto también habla Meritxell Barberà, de la Unió de Botiguers de Reus. «Con la llegada del calor antes de lo habitual, las tiendas de moda vendieron ropa en mayo y junio, y aunque el inicio de las rebajas fue fuerte aquí en Reus, ahora ya se ha calmado bastante», explica Barberà, que reconoce que «obviamente si las familias tienen menos poder adquisitivo tienen menos dinero para consumir, pero por ahora no hemos notado mucho este problema». En este sentido, piensa que la inflación se notará más de cara a octubre. «Las familias viven una época de importantes gastos durante el inicio de curso, con lo que quizás será a partir de entonces cuando notemos más que la gente no tiene para gastar», señala la comerciante.

Sin embargo, quiere ser cauta y advierte que «a veces hacemos previsiones muy negativas y al final no hay para tanto». Así, espera que la gente pueda seguir consumiendo y lo haga, «porque menos ya no podemos vender». «Siempre digo que el comercio de Reus es fuerte, pero no sé hasta donde podríamos aguantar», concluye Barberà.

Aumento del 58% de los precios

Según Idealo, una plataforma web dedicada a la comparación de precios, éstos han aumentado un 58% respecto a los de las rebajas de verano de hace dos años. No obstante, la web señala que siguen siendo una buena oportunidad para ahorrar, concretamente un 32% de media, y esquivar así la inflación.

Productos como los aires acondicionados han crecido un 244 %, principalmente por la ola de calor que marcó temperaturas récord en junio. Las piscinas desmontables también han incrementado su precio más del doble, un 130 % más caras.