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Después de varios años anunciándose, este curso, finalmente, se ha puesto en marcha una iniciativa para crear caminos escolares seguros en la ciudad. Se trata de itinerarios pensados para que los niños y adolescentes se desplacen caminando de manera autónoma a la escuela.
Se trata, explica Clàudia Aznar, directora técnia del Institut Municipal d’Educació de Tarragona, IMET, de un cambio de paradigma en el que se está trabajando tanto desde las escuelas como desde la administración.
Los centros que participan en esta primera fase son Sant Pau, Dominiques, Teresianes, Saavedra, Cèsar August, LestonnacL’Ensenyança, Marcel·lí Domingo, Pax, Escola Ponent, La Salle Torreforta y el Institut Antoni de Martí i Franquès. En todos los casos intervienen tanto los equipos directivos como las asociaciones de familias.
Diagnóstico conjunto
El curso pasado los centros escolares, los alumnos y las familias de los centros participaron en una encuesta para conocer sus hábitos de movilidad y su necesidades.
El siguiente paso, al principio de este curso, fue sentar las bases teóricas para concienciar sobre el cambio tanto a las comunidades educativas como a los diferentes departamentos del Ayuntamiento. Participaron mobilitat, Guàrdia Urbana, Imet,territori, igualtat, medi ambient y EMT, entre otros. Aznar señala que esto era necesario porque ir andando a la escuela, más allá de implicar unas condiciones de movilidad, implica un cambio de mentalidad. «Es un proceso en el que nos tenemos que ir entrenando, ganando confianza», explica.
En el segundo trimestre la policía local y el departamento de Mobilitat hicieron un estudio de las condiciones de movilidad y seguridad en el entorno de los once centros educativos. En este proceso intervinieron tanto los técnicos municipales como los centros. Aquí se detectaron problemas como falta de señalización, semáforos, o necesidad de pasos de peatones. Aunque en algunos casos la falta de presupuetso no ha permitido ir al ritmo esperado ya se han realizado algunas actuaciones y se espera que la mayoría estén acabadas a final de este curso.
Actualmente la cooperativa L’Escamot está realizando tallleres de sensibilización en los centros y las familias para integrar la movilidad sostenible en sus proyectos educativos. El mes que viene, además, está previsto que se realicen circuitos para las familias tanto en Ponent como en el centro; una especie de ensayo colectivo de cómo sería ir a la escuela caminando o en bicicleta.
La intención, señala Aznar, es que de cara al año que viene se incorporen nuevas escuelas que ya han mostrado su interés en recibir asesoría sobre el tema. A la par, se espera que las que ya participan tomen las riendas de su proceso.
