Insolación y picaduras, clásicos del verano

Consejos. El cambio de temperatura, de hábitos y hasta de lugares acarrean algunas dolencias para la salud

30 agosto 2019 06:38 | Actualizado a 30 agosto 2019 06:45
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El verano y el calor traen consigo algunas molestias para la salud, como picaduras, otitis, insolación o cortes de digestión. Dolencias clásicas que pueden amargar los días de vacaciones, pero que también pueden prevenirse. 

La otitis externa es uno de los problemas de salud más frecuentes en la época estival. La apertura de las piscinas y los chapuzones en la playa están detrás de esta patología, como consecuencia de la entrada de agua en el oído. Josep Bertran, médico general de Sanitas en Tarragona, explica que «en esta época del año las otitis acostumbran a ser bacterianas». «También hay que tener en cuenta la predisposición de cada persona. Quienes están inmunodeprimidos o las personas diabéticas tienen las defensas más bajas, y entones están más predispuestas a tener otitis», explica el especialista. Para prevenir esta dolencia, el médico recomienda utilizar tapones en los oídos que «favorecen que haya como mínimo un aislamiento» del agua de la piscina o de la playa mientras se sumerge la cabeza. 

Repeler los insectos
Otro de los inconvenientes, en los calurosos meses de verano, son las picaduras de insectos. En esta época del año, se incrementan las picaduras de mosquitos, abejas y avispas y, en la demarcación, también las picaduras de la mosca negra son las que más quebraderos de cabeza generan. «La humedad y el calor favorecen la proliferación de estos insectos y es más fácil que nos piquen», asegura el médico. 

Ser presa de los insectos depende de varios factores. Según Josep Bertran, «hay factores que dependen de uno mismo, pero la cantidad de picaduras que una persona recibe también será proporcional al número de insectos al cual está expuesto». Él mismo confirma que algunas alteraciones en el pH de la piel también determinan la sensibilidad a las picadas de insectos. 

Para rehuir de ellas, podemos echar mano de diferentes remedios. «Hay tratamientos más naturales como la citronela, que es bastante efectiva; o los protectores anti mosquitos», explica el especialista. Si bien, hace hincapié en que «el tratamiento más específico es alejarse de aquellas fuentes de agua estancada, que es donde proliferan muchos insectos». 

Precaución con el sol
Durante la época estival, también hay que tener cuidado con las insolaciones. «Una insolación, sin llegar a ser un golpe de calor, se caracteriza por un incremento de la temperatura del cuerpo; parece como una fiebre pero no está justificada por ninguna causa de tipo infeccioso; y en algunos casos se puede llegar a perder el contacto con la realidad», describe Josep Bertran. Para prevenirla, el especialista recomienda evitar la exposición solar en horas de máxima intensidad, entre las 12 y las 17 horas, y seguir una correcta hidratación. 

Si aun así padece una insolación, lo importante es reaccionar rápidamente. «Debemos hidratarnos correctamente, es decir, beber poca cantidad de agua durante un tiempo prolongado, y alejarnos de la fuente de calor», aconseja Josep Bertran.

Cuando hablamos de los cortes de digestión, estos no solo se producen tras meterse en el agua, hay distintas causas. «Se deben a un cambio brusco de la temperatura del cuerpo. Durante la digestión hay un incremento de la temperatura del intestino por una mayor afluencia de sangre en la zona, y si nos sometemos a un cambio de temperatura brusco, por ejemplo tomando agua muy fría, se produce una vasoconstricción, es decir, que las venas del intestino se estrechan, lo que puede acabar con un corte de digestión», explica el médico de Sanitas.

Los expertos en salud subrayan que, en consecuencia, se pueden producir náuseas, dolor de cabeza, mareos, etc. La clásica advertencia de esperarse, después de comer, dos horas antes de entrar al agua, es un mito. «Obviamente en este tiempo una parte de la digestión ya se ha realizado, y se corre un menor peligro de sufrir un corte de digestión. Se trata básicamente de no someter al cuerpo a un cambio brusco de temperatura, justo después de comer», asegura el especialista. Por último, los expertos indican que evitar estas dolencias del verano está en el conocimiento del estado físico y mental, así como en llevar a cabo las medidas de prevención que puedan poner en riesgo el disfrute y descanso durante los meses de verano. 

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