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El barrio de El Serrallo se llenó ayer de tambores y cornetas para dar la bienvenida a los días más intensos de la Setmana Santa de Tarragona. Como desde ya hace años, la Associació del Pas de la Presa de Jesús organizó ayer la séptima edición del Aplec de Bandes de Setmana Santa. Una clara muestra de cómo ha evolucionado la música en el marco de la festividad religiosa.
En el acto participaron grupos de todo el territorio. Desde Reus, hasta La Pobla de Mafumet, pasando por Tarragona. Los últimos en actuar fueron los componentes de la banda anfitriona.
El punto neurálgico de la celebración se centró en la pérgola del Serrallo. Todos los amantes de la Setmana Santa tarraconense acudieron a la cita. «Aparte de los opúsculos, este es, tradicionalmente, el acto que da la bienvenida a la festividad religiosa», explicaba Amadeu Solé, quien aseguraba no haberse perdido ninguna edición.
Para los organizadores, el de ayer es un acto que pone en valor uno de los elementos esenciales de la Setmana Santa, como son las bandas de música que acompañan los pasos en procesiones y viacrucis.
El momento emotivo de la jornada lo protagonizó Martí Navarro, un joven de 20 años, miembro de la Banda del Pas de la Presa de Jesús, quien hace dos semanas tuvo que someterse a una intervención quirúrgica que le dejó sin poder participar en la exhibición. La banda y Navarro llevaban desde octubre ensayando. «Para mí, el tambor y su gente son muy importante», decía el joven, emocionado. Sus compañeros de banda le dedicaron la actuación como homenaje.
